lunes, 26 de noviembre de 2018

Navegando por el Báltico



Me encantan los cruceros; creo que son una excelente manera de conocer varios lugares en poco tiempo, en un ambiente cómodo, entretenido, variado y con atracciones para todos en la familia. A mi en lo personal, me fascina navegar, caminar por las cubiertas en las tardes, sentir el viento en la cara y ver la inmensidad del mar delante de mis ojos. Las más bonitas puestas de sol y los más inolvidables amaneceres los he visto arriba de un barco. He hecho cruceros por varias partes y por eso puedo asegurarles q el crucero por el Báltico tiene muchos atributos. El itinerario es el primero, si bien son cruceros algo más largos, de 7 hasta 14 días, las rutas están muy inteligentemente planeadas así que no se hace aburrido. Tiene muchos puertos de llegada en varios países distintos, interesantes y variados, por lo que en un solo viaje se conoce mucho. La duración de la estadía en cada puerto está muy bien pensada y da tiempo perfecto para recorrer las principales atracciones de cada ciudad. Este es un viaje que es un verdadero imperdible en la agenda de cualquier viajero exigente.

Esta vez tomamos un NCL que tenía la particularidad de ofrecer dos puertos de embarque, esta flexibilidad es ideal para combinar los planes previos o posteriores que uno tenga. Los itinerarios en general son bien similares en las diferentes compañías de crucero, la única diferencia es que los más largos incluyen una visita a Noruega que no está en el Báltico sino en el mar del norte. El nuestro salía de Alemania e iba recorriendo el Báltico en dirección contra reloj.  Un punto importante a tener en cuenta es el clima. Esta es una de las zonas más al norte del mundo civilizado, este viaje no se puede hacer en cualquier época del año y lo más recomendable es ir entre Junio y Septiembre. Revise bien las temperaturas antes de hacer la maleta y lleve de todo un poco. Es habitual encontrarse con lluvia y frío pero tampoco es raro tener calor, más que mal es verano.

Tallin

Embarcamos en Warnemunde, un pequeño pueblito en el norte de Alemania, separado de Berlín por 3 horas de tren. Un excelente medio de transporte, cómodo y eficiente. Los pasajes se pueden comprar en https://www.bahn.de/m/view/en/index.shtml desde 3 meses antes de la fecha del viaje.  No recorrimos el pueblo por la ansiedad de los niños de subir al barco, el cansancio y especialmente por que a la vuelta veríamos muchos pueblos en Alemania. En todo caso Warnemunde es un pueblo a la orilla del Báltico, encantador y muy chico que se recorre en una mañana. Después de un tranquilo y cálido primer día de navegación llegamos a Tallin, capital de Estonia y su ciudad más grande, aunque a penas tiene 440.000 habitantes. Durante la edad media vivió sus años de gloria, siendo puerto obligado de los barcos que comerciaban entre Rusia y Europa. Hoy tiene un presente tranquilo que vive principalmente del turismo. La ciudad se divide en dos, la parte baja y la parte alta que alberga la ciudad antigua y que es el principal atractivo de Tallin.

Ciudad antigua amurallada
La parte antigua es un pueblo amurallado que tiene algunas torres absolutamente intactas. El recorrido entero de esta zona toma medio día hecho con calma. Vale la pena partir por la Iglesia San Olaf que con su agotadora escalera caracol lo lleva a la torre. La vista de la ciudad desde aquí es inigualable. Recorra sus calles de adoquines y visite el comercio local que es atractivo y novedoso. Su moneda es el euro y todos hablan inglés, lo que facilita el paseo. Imperdible visitar Masters Yard y el pasaje de Katarina en donde verá artesanía local, especialmente lana, en un ambiente medieval que lo traslada en el tiempo.
Plaza del ayuntamiento
Aquí se puede subir al muro y pasear por su parte interior. A un par de cuadras esta la calle Viru, otro de los accesos al pueblo antiguo en donde hay un mercado de flores y frutas. Como en todo pueblo pequeño, la plaza es el punto central. Aquí se encuentra el ayuntamiento y varios edificios preciosos. Disfrute de un café en la plaza y mire el impactante movimiento turístico que se ve, la mayoría provenientes de cruceros que recalan aquí solo por medio día. Tome una de las calles que lo llevan a la parte alta de la ciudad para visitar el icono de Tallin: la Catedral Alejandro Nevsky. Construida en honor al héroe nacional, esta iglesia es patrimonio de la humanidad. A su lado, el edificio del Riigikogu, sede del parlamento estoniano, es un precioso edificio amarillo pastel que basta con apreciar por fuera. No se puede ir de Tallin sin ver sus miradores, en la parte más alta de la ciudad están los más famosos. Se trata de de Toomkiriju, Kohtuotsa y Patkuli, todos muy cerca entre si, separados por una corta camina por las preciosas calles adoquinadas de la ciudad antigua. Tallin vive del turismo y se nota, sus fachadas están en perfecto estado, sus calles impecables y sus habitantes muy preparados para recibir turistas. Recorrer sus rincones es un viaje en el tiempo, volver a la edad media pero de la mano de gente amable y carismática. Un lugar simplemente adorable


Si bien nuestra segunda parada fue en San Petersburgo, esa ciudad merece un posteo completo a parte, que vendrá más adelante. Nos vamos entonces a la tercera parada, la encantadora ciudad de Helsinki en Finlandia. Con una población de 1 millón de personas, Helsinki es la ciudad más grande del país, su capital y sede del gobierno. Se independizó de Rusia después de la revolución y antes estuvo dominado por Suecia, lo que explica porque el sueco es el segundo idioma oficial y en muchas partes encontrará la señalética en finlandés y en sueco.

Catedral Uspenskin
El punto central de la ciudad es la Plaza del mercado que está en el muelle principal de la ciudad, al lado de la casa de gobierno. Muchos puestos en donde se venden frutas, verduras y artesanía local. A un par de cuadras domina la escena la Catedral Uspenskin. Esta catedral ortodoxa construida en 1862 está inspirada en el estilo moscovita del siglo XVI. Tiene 13 cúpulas que representan a Cristo con sus apóstoles. Es considerada la catedral ortodoxa más grande de toda Europa. A solo un par de cuadras, compite en su belleza la Catedral de Helsinki que corona la plaza del Senado. Es conocida como la Catedral Blanca y es la catedral luterana más importante de la ciudad. En su interior corona el altar un retablo del entierro de Jesucristo donado por el Zar Nicolas I y en la plaza hay una preciosa estatua del Zar Alejandro II. Toda la influencia rusa se desparrama por la ciudad demostrando los largos años de dominación. Si tiene suerte con el clima recorra la preciosa avenida Esplendi, repleta de tiendas elegantes y buenos restaurantes. Dependiendo la cantidad de tiempo probablemente tendrá que optar al momento de elegir museos. Las alternativas principales son el Ateneum que es el museo nacional de Finlandia, el precioso Kiasma que es el museo de arte contemporáneo y el Kansallis que contiene principalmente arte finlandés. Si de mi dependiera, me quedo con el Kiasma por tamaño y por la impactante belleza interior y exterior de su edificio.
Iglesia de Piedra de Temppeliauko
Capilla del Silencio
Hay dos lugares bien únicos en la ciudad que nos hablan de una cultura reflexiva y un mundo interior muy potente. El primero es la Iglesia de Piedra Temppeliauko. Revise los horarios porque a mi me tocó cerrada por la hora de almuerzo. El lugar es una mágica obra de diseño y arquitectura. Su forma circular da una sensación de integración que se confirma con el precioso uso de los materiales de manera integrada y armónica. Es una iglesia luterana, evidenciando la doble religiosidad que existe de manera tan latente en Finlandia. A unas pocas cuadras de aquí encontrará  capilla del silencio ubicada en Kampi, el barrio del diseño. Es una pequeña edificación de madera que alberga un templo laico. Un lugar que invita a detenerse, callarse y oír la voz interior, un regalo enorme en la vida agitada de una capital. También se puede convertir en refugio del duro clima, en una ciudad en donde la lluvia y el frío son protagonistas casi constantes. Aproveche de caminar por el barrio, no por nada Helsinki es reconocida como la capital mundial del diseño. Se respira creatividad, imaginación y vanguardia. El diseño se ve en lo urbano y también en lo íntimo, en cada esquina, en cada tienda e incluso en la gente, su manera de vestir y de vivir. Mi recomendación es hurguetear por las diferentes tiendas y fascinarse con una cultura dedicada a la creatividad. De vuelta al crucero no deje de admirar los nuevos y modernos barrios que están construyéndose cerca del muelle. Edificios con pequeños departamentos, con arquitectura de vanguardia y mucha estética. Los jóvenes se han volcado a este lugar por precio, comodidad y estética.
Nyhavn - Copenhague

Después de perdernos Estocolmo por mal clima llegamos a Copenhague, ciudad preciosa, cautivante, única e inolvidable. Cuesta elegir un destino preferido en esta ruta tan completa y variada, pero sin duda esta ciudad robó mi corazón. La capital de Dinamarca es una ciudad pequeña con 700.000 habitantes en la zona urbana. Originalmente fue una aldea vikinga y hoy ostenta el premio a la ciudad más feliz del mundo. Es la ciudad más visitada de Escandinavia y las razones para mi son evidentes, es una ciudad amable, fácil, preciosa, limpia y ecológica, imposible no enamorase de ella.

La Sirenita
Un recorrido por la ciudad tiene, en mi opinión, solo un punto de partida lógico. Primero por su ubicación y segundo porque sin duda alguna es el icono de la ciudad. Por esto, no concibo empezar en otro lado que no sea visitando a la famosísima escultura de la Sirenita, inspirada en uno de los personajes de Hans Christian Andersen, cuida la bahía con una actitud de tranquilidad que conmueve. La escultura fue un regalo de un empresario cervecero a la ciudad. Se juntan muchos turistas a sacar fotos pero el lugar es amplio y hay espacio para todos. Al lado está Kastellet, o también llamado parque Churchill. Una antigua ciudadella con forma de estrella, rodeada por un canal que la protegía de los agresores. Hoy funciona como cuarteles militares y está abierta al publico. Es un bonito paseo que además sirve de atajo entre la Sirenita y el centro de la ciudad. Recorra sus jardines en donde destaca un enorme molino de viento en perfecto estado.
A unas pocas cuadras se encuentra la Iglesia de Federico, conocida popularmente como Iglesia de Mármol, es un precioso templo luterano que luce la mayor cúpula de toda Escandinavia. Está inspirada en la catedral de San Pedro y se nota. Al otro extremo de la calle se ubica el Palacio de Amalienborg, uno de los muchos palacios reales de la ciudad. Es la residencia actual de la reina Margarethe II que gobierna el país desde 1972. La monarquía es querida y respetada en Dinamarca, es parte importante de su cultura y no hay cuestionamientos sobre su rol.

Nyhavn
A penas a unas pocas cuadras nos vamos a encontrar con otro icono de la ciudad, Nyhavn, un muelle construido a finales del siglo XVII como puerta de entrada a la ciudad. Hoy es uno de los puntos turísticos más importantes y sus postales recorren el mundo con sus coloridos edificios, bares y restaurantes. Desde aquí salen botes de paseo por la bahía que yo recomiendo hacer solo si sobra el tiempo porque la ciudad tiene mucho por ofrecer en las calles.
Palacio Rosernbog
En este barrio hay mucho movimiento, tiendas y restaurantes. Disfrute de las fachadas porque son impresionantes, grandiosas y muy bonitas. Entreténganse merodeando por sus calles, entrando a las tiendas y conversando con los locales. La amabilidad y simpatía de los daneses fue algo que a mi me sorprendió. Con caras llenas de sonrisas lo reciben a uno siempre de buena gana y con la mejor disposición. El inglés es habitual aunque no fluido en muchos casos pero se logra la comunicación básica
Estacionamiento de bicicletas 
A pocas cuadras aparece el precioso palacio Rosenborg que hoy alberga un museo con tesoros de la monarquía. Está ubicado en un enorme y cuidado parque que vale la pena visitar de pasada, camino a Torvehallerne, el mercado de Copenhague. Siempre los mercados son un lugar interesante para visitar, con comida típica, mucho ambiente y un grato lugar para detenerse a descansar y tomar algo. Torvehallerne se volvió rápidamente en uno de mis preferidos. Primero porque aunque hay bastante gente, el espacio es grande y no se ven aglomeraciones. Además su limpieza y orden son impresionantes y nuevamente destaca la amabilidad de quienes ahí trabajan. Súmele la enorme y variada oferta gastronómica y el lugar es simplemente perfecto.
Dinamarca es el segundo país que más usa la bicicleta en el mundo. Es algo realmente impresionante como están por todas partes y como la ciudad los privilegia, facilitándoles la vida con amplias ciclovías, estacionamientos especiales y preferencia frente a los automóviles. Nunca dejó de impactarme la cantidad de bicicletas que se ven por todos lados. En la ciudad la mitad de los habitantes la usa para ir al trabajo. Hay una cultura pro bicicleta que hace que su masivo uso sea un medio de transporte seguro, cómodo y económico.

Rundetarn
Stroget
Otro must es recorrer las calles peatonales de la ciudad. Hay varias pero la principal es la Stroget que es la calle peatonal más larga de toda Europa. Repleta de gente, bicicletas, tiendas, cafés y mucha onda en un ambiente amable y sin complicaciones. No se puede dejar de visitar la Rundetarn, una torre redonda que alberga uno de los observatorios astronómicos más antiguos de Europa. Se sube por una rampa de caracol adoquinada, impresionantemente linda y muy única. Las vistas de arriba son preciosas. Vale demasiado la pena el esfuerzo físico de la subida.
Kanal Cafeen
A esta altura del día el cuerpo ya pide el almuerzo. Donde fueres haz lo que vieres dice el refrán, esto aplica especialmente a la comida. Siempre lo digo y hoy lo repito, hágase el animo de comer comida típica de los lugares a los que va, es parte importante de conocer un lugar  y así entender de manera más global su cultura. Nosotros almorzamos en el Kanalcafeen (https://www.kanalcafeen.dk/) un restaurant de comida típica danesa que se nota tiene muchos años de historia. Lleno de gente y de recovecos, el lugar parece chico pero es enorme, bien atendido y la comida muy típica danesa. La especialidad son unos sandwich abiertos que se comparten y preparan en la mesa, toda una novedad. Mucha cebolla, alcaparras y aliños, vale la pena probar. Al frente está el Palacio Christiansborg, un imponente edificio barroco del 1167. Fue la primera residencia de la familia real hasta que se incendió en 1794. Hoy es la sede del parlamento.
Alrededores del Palacio Christiansborg

Este barrio es muy bonito para caminar, con edificios de impresionantes fachadas, el canal que se aparece en varias partes y las ciclovías repletas de ciclistas que le dan un toque tan danés a Copenhague. Si le alcanza el tiempo, cruce el puente Knippelsbro hacia Christianshavn, el barrio hipster de la ciudad. Vale la pena visitar el edificio de la opera y el papiroen, un mercado de alimentos con ambiente juvenil y entretenido.

Christiania
A pesar de que nosotros no alcanzamos a visitarla, le dejo la inquietud de conocer Christiania, una ciudad dentro de la ciudad de Copenhague. Con alrededor de mil habitantes que hacen sus reglas y leyes de común acuerdo, este es un lugar sacado de una novela media surrealista. Las calles no están pavimentadas y su aspecto general es desmaquillado o incluso de abandono. Hay áreas "verdes" en donde se permite el libre consumo y comercio de marihuana a pesar de que en Dinamarca está prohibido. Un lugar distinto e interesante.


No quise incluir la información sobre Estocolmo porque como por problemas de clima no pudimos conocerlo, prefiero escribir de las cosas que si conocí. Sin embargo, tengo toda la información importante de la ciudad, si la necesita puede contactarme vía mail o vía instagram para compartirla.

El Báltico es un lugar único, repleto de historias, de mitos y leyendas. Pueblos que han convivido, lidiado, sobrevivido y vivido junto al mar y de el mar, eso les da un carácter distinto, fuerte, y resiliente. Atiborrado de personajes notables, valientes, emprendedores y soñadores. Su pasado vikingo, rudo y aguerrido ha dado paso a gente amable, distinta, acostumbrada a un clima duro y a un lugar lejano, sin embargo acogedora y simpática. Su distancia de Europa central si bien no es enorme en kilómetros si lo es en la cultura, estos son pueblos de mar y se les nota. Su clima agreste e impredecible solo lo hace mas atractivo e interesante. Su comercio denota todo esto, encontrará productos únicos y muy distintos, creativos y vanguardistas. Uno de esos lugares a los que inevitablemente tendré que volver.
Copenhague

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jueves, 25 de octubre de 2018

Berlin: la ciudad inmortal


Berlín, capital de Alemania, ciudad con múltiples y fascinantes facetas. Epicentro de algunas de las historias más terribles del siglo XX. Sus calles han sido testigo de esta realidad y recorrerlas es como hojear un libro de historia. No hay ojos cerrados ni corazones bloqueados, la ciudad está viva y consciente de sus cicatrices. El nazismo la inundó, la atravesó y la marcó probablemente para siempre; los alemanes lo saben. Como si esto fuera poco, después de quedar virtualmente destruida por los bombardeos de la segunda guerra, Alemania se divide en 2 y entre ambas mitades se levanta un muro que es testigo de esta triste realidad que separa amigos, familias, compañeros por casi 40 años. Nuevamente, esto es parte de la ciudad. En varios rincones se cuenta la historia desde diferentes perspectivas, siempre triste, horrenda e impactante. Hoy Berlín no olvida pero si supera, la ciudad es epicentro no solo de Alemania pero de Europa. Repleta de jóvenes, de vanguardia, de acontecimientos culturales, políticos y sociales, pero empapada de siglos de historia la hacen única e irrepetible. Una ciudad siempre en movimiento, entretenida, diversa y tolerante.
"Void Void" Museo Judío
Monumento al Holocausto
Para conocer la historia del nazismo recomiendo tres imperdibles lugares. El primero es la "Topografía del Terror" (https://www.topographie.de/en/), un museo instalado en los que fueron los cuarteles generales de la gestapo y que ahora cuenta su terrorífica historia. Tiene una instalación interior y otra exterior que vale la pena visitar con calma. Darse el tiempo de leer las historias detrás de los personajes es algo que probablemente no olvidará jamás. Hay aquí también restos del muro que coincidentemente pasaba por esta zona repleta de edificios oficiales del nazismo. El segundo lugar es el "Museo Judío" (https://www.jmberlin.de/), un espacio que rescata la cultura judía a lo largo de la historia. En 1999 el arquitecto Daniel Libeskind construye un ala moderna que habla de la relación entre alemanes y judíos. Un vínculo fuerte que tiene profundas cicatrices y que el edificio muestra notablemente en su exterior. Sin embargo, realmente se entienden y palpan al recorrer el interior en donde se atraviesan las entrañas de esas heridas. La arquitectura se pone en favor del contenido como pocas veces antes lo vi. Un ala mas bien conceptual, con algunos relatos breves del holocausto y algunas exposiciones imperdibles como "la torre del holocausto", "el jardín del exilio" y la desgarradora "void void". Aquí el horror le atraviesa a uno el cuerpo.
Por ultimo, el tercer imperdible es el "Monumento al Holocausto". Son  2711 bloques de hormigón de diferentes alturas que recuerdan a los judíos asesinados en Europa durante la segunda guerra. Está muy cerca de la puerta de Brandenburgo y a pesar de que el lugar es un imán para niños, se siente el ambiente sobrecogedor que lo rodea.

Zona de la muerte - Museo del Muro de Berlín 

Memorial Muro de Berlín
La historia del muro se cuenta en varias partes de la ciudad pero hay dos lugares que son totalmente imprescindibles. La East Side Gallery y el monumento al muro en el vibrante barrio Mitte. Este último es en mi opinión el lugar perfecto para entender y empaparse de la realidad que dividió a Alemania en dos por varias décadas. Con la estación de metro Nordbahnhof ahí mismo es muy fácil llegar y tiene la gracia de ser un lugar en donde no se ven multitudes. La primera parte es un jardín abierto en donde hay restos originales del muro con una potente intervención de fierros que lo proyectan. Esto le permite atravesar de un sector al otro; precisamente lo que estaba prohibido en los años de la división. En el espacio en donde estaba la zona de la muerte hay un jardín que tiene paneles con historias e información. Esta zona es bien grande y se puede recorrer con el respeto y solemnidad que requiere el lugar. Hay un panel que recuerda a varios de quienes murieron intentando cruzar, sorprende ver algunos niños. Para construir el muro en esta zona se arrasó con un cementerio y una iglesia, verá un par de cruces que están ahí en recuerdo de eso y también por la posibilidad que sigan habiendo cuerpos enterrados bajo tierra. Al lado de esto hay una zona que replica exactamente como era el muro. Se ve la zona prohibida o de la muerte, el segundo muro y su torre de control. La vista perfecta se obtiene desde el último piso del museo que está al frente y cuya visita es lo mejor sobre el tema. Con imágenes reales, fotografías e historias logran dar la información completa para tener una idea exacta de como se vivía y sobrevivía en la Alemania dividida. La muestra termina con un emocionante video de la caída del muro, es habitual ver gente emocionada hasta las lagrimas en esta parte de la exposición. Al salir no deje de visitar la capilla de la reconciliación construida el año 2000 y que reemplaza la iglesia que los alemanes de la RDA botaron para construir el muro.
La ruta lógica nos lleva desde aquí a recorrer el variado y entretenido barrio Mitte. Si bien este es el nombre del distrito del centro histórico de la ciudad, éste se subdivide en 6 barrios, uno de los cuales es homónimo al distrito. El que fuera el corazón de Berlin Oriental, ahora es el barrio joven, entretenido, de tiendas y restaurantes, donde todo el mundo quiere estar. A pesar de que el epicentro es la Alexander Platz, a la cual yo no le encuentro gran atractivo, el barrio ha ido tomando vuelo algo más hacia el este. Las calles Munzstrabe, Neue Schonhauser y Rosentnthaler Strabe están repletas de tiendas de todo tipo, desde las enormes marcas hasta pequeños emprendimientos locales. Todo esto en un ambiente joven y entretenido, rodeado de cafés, heladerías y restaurantes. Imperdible Rosenhofe, una especie de galería repleta de tiendas entretenidas y rincones para descansar con un café, una cerveza o el almuerzo. Ver la famosa torre de televisión es un must por su importancia histórica. Se levantó en 1969 para demostrar la superioridad del comunismo sobre el capitalismo. Con sus 368 metros de altura es todavía la estructura mas alta de todo Alemania. Se puede subir al observatorio, yo no lo hice porque encuentro que las ciudades con grandes edificios ganan desde la altura pero en las planas no es tan notable. A solo un par de cuadras hay un Hofbrau (https://www.hofbraeu-wirtshaus.de/berlin/), el famoso restaurant originario de Munich. Comida típica alemana, música en vivo y cervezas de litro, mi definición del paraíso
Catedral de Berlín

Catedral sobre el rio Esprea
A un par de cuadras está la rivera del rio Esprea, que como atraviesa la ciudad fue en muchos puntos frontera entre las dos Alemanias. A pesar de su protagonismo, es curioso que muchos turistas no conocen su nombre, sin embargo, tanto locales como visitantes llenan sus orillas que a la altura de Mitte forma un gran biergarten (lugar abierto en donde tomarse una cerveza). Al frente se alza imponente y maravillosa la Catedral de Berlin. Las vistas de su frente y su parte trasera son tan distintas como preciosas. Un aire dramático la rodea por el contraste de colores entre la cúpula, el rio y el cielo. Imperdible su altar de mármol blanco y ónix amarillo aunque lo realmente inolvidable son los 270 escalones que lo llevan a la cúpula. La catedral se encuentra en una isla en medio del rio conocida como "La Isla de los Museos". Este es probablemente el conjunto de museos más importante del mundo. Compuesto por el Pérgamo, el Museo Nuevo, la Antigua Galería Nacional y el Museo Bode; fueron declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco. Si bien el Pérgamo es el más visitado, yo le aconsejo informarse bien y elegir cual visitar. Entrar a todos puede agotar a cualquiera e implica más de un día solo de museos, lo que en mi opinión es mucho. Horarios e información en https://www.disfrutaberlin.com/isla-museos
Cúpula del Reichtag

Torre de la Victoria - Tier Garten
En este lado de la ciudad hay mucho por visitar. Sin duda su mayor atractivo está en la Puerta de Brandenburgo. Este arco neoclásico inspirado en la Acropolis de Atenas es un ícono de la ciudad desde 1788. Si bien la actual es una replica porque la original fue destruída por los bombardeos de la guerra, no pierde su imponencia y belleza. Durante el oscuro período de división de Alemania, la puerta quedó en zona neutra. No era ni de la RDA ni de la RFA, perdiendo toda su figuración; pero la misma noche del 9 de noviembre de 1989, cuando cae el muro, la puerta recupera su sitial y hoy brilla mas que nunca. Epicentro de la actividad local y turística es un buen punto para empezar o terminar el día. A su lado el precioso Reichstag, parlamento Alemán, un antiguo edificio que fue reconstruido con la caída del muro agregándole una impresionante cúpula de vidrio que se puede visitar. El acceso es gratis pero debe ser previamente autorizado vía mail en https://www.bundestag.de/en/visittheBundestag. Es importante tener en cuenta que todos quienes vayan deben tener una identificación (pasaporte o ID) para poder entrar. La vista de la ciudad es preciosa a la hora de la puesta de sol, especialmente sobre el Tier Garten (el Central Park Berlinés). Se ve claramente la maravillosa Torre de la Victoria en su parte central. Esta fue construida para conmemorar la victoria de Prusia sobre Dinamarca. Aquí también se puede subir y apreciar la vista.
Check Point Charlie

Bebelplatz Memorial
Edificio de la Nueva Guardia
Antes o después, dependiendo el itinerario es imperdible el paseo por la Unter den linden (bajo los tilos), una de las principales avenidas de Berlín. No dejar de ver el edificio de la opera, la Catedral católica de San Eduvigis y la Plaza de la Bebelplatz. Aquí el 10 de mayo de 1933 la plaza fue escenario de una quema masiva de libros por parte de los nazis. Para recordar este hecho en el centro de la plaza hay una vitrina hundida con varios estantes de libros vacíos. Un monumento pequeño y simple frente a un hecho horroroso. Para terminar en esta calle deténgase unos minutos a ver el Edifico de la Nueva Guardia, una pequeña edificación neoclásica que alberga una escultura de una madre con su hijo muerto en brazos. Desgarradora imagen que busca homenajear a las víctimas de la violencia en el mundo. Desde este lugar puede caminar unas pocas cuadras al emblemático Check Point Charly, uno de los 12 puntos fronterizos oficiales entre el este y el oeste que era controlado por los Americanos. El museo es muy completo (y la tienda más) y se mantiene en el lugar la caseta original de la época con unos muy poco originales soldados que se sacan fotos por un par de euros. Si anda con su pasaporte, si lo timbran aquí por otro par de euros. En esta esquina hay varios museos sobre el muro y la guerra fría, elija bien donde invertir su tiempo.
En lo personal, el museo oficial me pareció demasiado largo y me gustó más el panorámico que está al frente, especialmente si va con niños. Si todavía queda energía no se pierda la Postdamer platz, que tiene un pasado céntrico y bullicioso que terminó con la división de la plaza por el muro. Hace poco fue renovada con atractivos edificios, un mirador y un tremendo mall en donde se pueden hacer compras o bien parar por un café o cerveza. Es otro de los epicentros de Berlín.


Hauptbahnhof 

Red de metro de Berlin
Hablemos del metro, el verdadero sistema venoso de la ciudad, con líneas subterráneas y elevadas, interconectado con todo el sistema ferroviario de la ciudad. Su primera linea data de 1902 y el sistema contempla hoy un intrincado y muy bien conectado número de lineas. Recomiendo bajar la aplicación para celular que facilita mucho su uso. El ticket se compra en máquinas que están los accesos de la estación y debe validarse en el anden. Nunca nos tocó ver fiscalizadores pero el sistema funciona, la gente paga y lo cuida. Muy útil para recorrer una ciudad de estas dimensiones, con tantas atracciones y pocos días para hacerlo. Hay tickets unitarios y en set. Se ofrece una tarifa rebajada para niños desde los 14 años hacia abajo. No deje de conocer la estación central, Hauptbahnhof, que en los 70.000m2 de sus cinco plantas ve pasar diariamente alrededor de 240.000 personas en los 1500 trenes o metros que aquí se detienen. Es una obra de ingeniería impresionante.


Oberbaumbrucke

"El beso mortal"
Graffiti del chileno Cesar Olhagary

Algo más alejado del centro pero a unas pocas estaciones de metro se encuentra la East Side Gallery. Una zona en donde 1.3 kilómetros de muro ha sido intervenida con graffitis de artistas de todas partes del mundo. Probablemente el más famoso es "El beso mortal", del artista ruso Dimitri Vrúbel, que inmortaliza el famoso beso fraternal socialista entre  Honecker y Brezhnev. Precioso es el del chileno Cesar Olhagaray que tiene varios murales en Berlín y este destaca de manera importante en la East Gallery. Su visión es muy particular ya que él vivió muchos años en Berlín (RDA) y estaba ahí cuando el muro cayó. No pueden dejar de visitar el Oberbaumbrucke que está en uno de los extremos de la galería. Es un puente de doble altura que cruza el rio Esprea y que fue uno de los puntos de frontera importantes durante la Alemania dividida. Solo en 1994 se abrió su uso peatonal, antes era para automóviles en el nivel inferior y metro en el nivel superior. Si bien su diseño ha cambiado a lo largo del tiempo, su actual estilo gótico y sus rojos ladrillos entonan perfecto con verde del rio y el gris de la ciudad.
Neue Kirche

Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm
No puede irse de Berlín sin darse una buena vuelta por el barrio de la Kurfurstendamm, una de las calles comerciales más importantes y concurridas de la ciudad. Corazón del Berlín Occidental, sigue teniendo mucho movimiento en la actualidad. Además de muchas tiendas encontrará en este barrio el zoológico de Berlín, el más visitado de toda Europa. A media cuadra se encontrará con la impresionante Iglesia memorial Kaiser Wilhelm. Construida en 1891 en honor del Kaiser Guillermo fue duramente golpeada por los bombardeos de la segunda guerra. Si bien hubo planes para demolerla, se decidió dejarla intacta y transformarla en un memorial que recuerde la insensatez de la guerra. En su interior hay una breve exposición sobre el bombardeo que vale la pena conocer. Al lado esta la Iglesia Nueva (Neue Kirche), hecha entera con vitrales azules da una sensación de tranquilidad y de eternidad única.
En la zona hay muchos restaurantes, en mi opinión el mejor es el Dickie Wirtin (http://www.dicke-wirtin.de/). Comida típica alemana casera en un ambiente de pub, entretenido e informal. No espere atención amable ni inglés fluido, pero créame que vale la pena comer aquí. Si busca una hamburguesa rápida para el almuerzo le recomiendo el híper informal Tommi's Burger Joint (https://tommis.is/?location=_de), con un ambiente relajado, entretenido y una comida inolvidable. Para comer hamburguesas algo más sofisticadas vaya a The Butcher, tiene un ambiente más ondero y nocturno, con un menú distinto y exquisito. Vale la pena la habitual espera.
Río Esprea
Aunque en mis dos visitas a Berlín nunca he ido, muchos dicen que visitar Postdam es un imperdible. Es la capital del estado de Brandenburgo y sus enormes parques, jardines y castillos han sido nombrados patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Yo lo tengo en mi lista de pendientes, espero conocerlo luego. Como Berlin es una ciudad para mínimo 3 días completos,  si quiere ir a Postdam considere un cuarto. El metro es la manera más cómoda y fácil para llegar ahí. Ahora, si le sobra medio día en Berlín, inviértalo en el río Esprea. Siempre es buena idea recorrer la rivera de un río central en una gran ciudad. Puede hacerlo caminando por sus orillas y recorriendo sus múltiples biergarten o bien tomando un bote turístico que junto con el paseo le dará información histórica sobre la ciudad.


Riviera del río Esprea
Hay mucho que ver en Berlín. Mi recomendación es imprimir un mapa y marcar ahí las cosas que son de su interés, de esa manera puede trazar itinerarios cómodos y adecuados para su tipo de viaje. 

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jueves, 2 de agosto de 2018

Como armar una hermandad: 10 consejos para viajar con parejas de amigos

Viajeros en Brooklyn 2014

Viajar con amigos ha sido para mi una experiencia nueva y sorprendentemente entretenida. Hace algunos años con un grupo de amigas de universidad empezamos a juntarnos más seguido con los maridos, algunos se conocían y otros a penas se ubicaban. Lo pasábamos tan bien juntos que un día salió la idea de viajar en grupo. Todos éramos bien viajeros así que la idea prendió como pasto seco. A partir de esa inolvidable primera aventura nació una amistad que hoy es una verdadera cofradía. Ya son varios viajes juntos y ahora que la geografía nos separa, escribo las lecciones aprendidas no solo para compartirlas, sino como humilde homenaje a la amistad de este grupo de viajeros que hoy  es desafiada por la distancia.

Revisemos algunos puntos importantes a tener en cuenta antes de lanzarse en la aventura que es viajar con amigos:

1.- Quienes van. Lo primero a definir es el grupo. Mark Twain dijo "He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él". No es lo mismo salir a comer con alguien que pasar juntos casi todo el día. Por eso a pensar en un grupo que aunque sea diverso, sea respetuoso, abierto y sobretodo tolerante y flexible. Ojalá que no sea muy grande, para que exista un real encuentro más que un carrete masivo. A veces esto se da más en grupos que se conocen desde la infancia y otras veces más adelante en la vida. No hay receta para esto, si se le da, aprovéchelo. No conocerse tanto puede ser un punto a favor en la medida que exista la voluntad de actuar como grupo, de oírse, aceptarse y tolerarse pero yo no recomiendo viajar con desconocidos. Mejor diablo conocido que diablo por conocer.

2.  Donde ir. Lo segundo es la elección del lugar. Si el grupo no tiene tanta experiencia juntos lo más fácil es optar por un "todo incluido", un lugar en donde no hay muchas decisiones que tomar y el panorama es básicamente tenderse al sol, comer y reír. Si le resulta aburrido pero no quiere arriesgarse por un viaje más urbano, elija un todo incluido que tenga panoramas fuera del resort. Los de México son una buena alternativa porque ofrecen una enorme variedad de panoramas. Nosotros elegimos una ciudad de la que todos somos amantes: Nueva York. En cuanto salió la sugerencia, fue aceptada de inmediato de manera unánime. Si bien supimos que presentaba desafíos, fuimos rayando la cancha con claridad y con tiempo.

3.  Donde dormir. La elección del hotel es bien clave, a juntarse y tomar en consideración que es lo importante para cada uno. ¿Ubicación? ¿calidad del hotel? ¿tamaño de la pieza? ¿presupuesto?. A meter todo a la juguera y buscar algo que les acomode a todos. Arrendar un departamento tiene el beneficio del costo pero el riesgo de la convivencia, yo no lo haría.

4. Cuanto gastar. Sin duda el ítem presupuesto es el punto más relevante de un viaje de este tipo. Hay que ser delicado y sensible para entender que no todos pueden gastar lo mismo. Mucha prudencia al momento de elegir el hotel, restaurantes y panoramas para evitar que alguien quede incómodo con el gasto. Imprescindible tener confianza para poder decir cuando algo es demasiado caro para uno.

Viajeros en Madrid


5.-  Hagan onda previa. Nosotros nos armamos un grupo de whatsapp en donde no solo nos íbamos organizando y tomando decisiones sino que también hacíamos ambiente. Por ejemplo, en el primer viaje, todos los días compartíamos una canción relacionada con la ciudad de Nueva York, ¡Durante 90 días! Para el segundo viaje el desafío era buscar un rincón secreto de las ciudades a visitar, en este caso Madrid y Barcelona. El nivel de ansiedad que esto fue generando fue notable. Por aquí también salían ideas de panoramas que eran conversados y guardados para una posterior selección. El grupo todavía existe y es el más activo en mi teléfono.

6.-  Tengan un itinerario tentativo. Un par de semanas antes del viaje nos juntamos a comer y con pizarra en mano distribuimos y seleccionamos los panoramas. Aquí es clave tener en cuenta los gustos de todos, muchas veces hay que ceder en pos del bienestar de otro. Lo importante es que todos en el grupo sientan el viaje como propio y nadie se sienta como "invitado". Dar espacio para tiempo libre es una muy buena idea, a veces lo mejor es dejarlo en las tardes para hacer cosas de gusto más personal o bien descansar.

7.- A la hora de comer. Denle especial importancia a la comida. El sentarse en una mesa a compartir la comida es mucho más que simplemente llenar el estómago, es un momento de encuentro, intimidad, de risas y de hablar los temas para los que pocas veces nos damos tiempo. Es aquí donde realmente se comparte y en donde un grupo de personas conocidas comienza a transformarse en hermandad. Si van a una ciudad, elijan los restaurantes con anticipación y hagan reservas para evitar malos ratos y frustraciones. Una buena idea es que cada uno del grupo pueda elegir un lugar y así buscar sorprender a los demás. Les recomiendo repartirse las responsabilidades, esto ayuda a que todos se sientan parte. Que la comida sea buena y el lugar sea especial ayudará al ambiente. Pierdan el pudor y anímense a llevar la conversación a temas más íntimos. Nosotros hemos hecho unas mini dinámicas que básicamente es contestar una pregunta y compartir opiniones y experiencias. El resultado ha traído momentos sublimes de apertura y conocimiento mutuo (pañuelo en mano) que son una de las razones de porque este grupo no solo tiene un nombre sino también un espacio en el corazón de cada uno de sus integrantes.

Picnic de amigos en Central Park
8.-  Anímense a hacer cosas distintas. Todos en el grupo habíamos ido varias veces a NY por eso nos propusimos hacer cosas nuevas. Cada uno de nosotros le mostró al grupo algo que no conocía. Es bonito salirse de uno mismo y ver que tipo de ciudad o de viaje hacen los demás. También es una gran experiencia compartir tus rincones secretos con los demás.

9.-  A la hora de los problemas. Tengan en cuenta que es inevitable enfrentar pequeños conflictos. A veces el cansancio juega en contra y es aquí donde es vital tener la mejor actitud frente a ellos. Hablarlos con franqueza pero con tino y sobretodo darle un gran espacio al sentido del humor será vital para superar esos pequeños roces. Si los manejan adecuadamente van a lograr que se transformen en grandes anécdotas y risas infinitas. Algo que sirve para minimizar estos episodios es tener claras las expectativas e intenciones de los demás. El respeto es la clave. Si sabemos que alguien le cuesta levantarse temprano, cedamos y partamos el día un poco más tarde. Este tipo de detalles hará del viaje una experiencia inolvidable para todos. 
10.- A la hora del balance. Júntense a la vuelta del viaje, con una comida especial, algo que tenga que ver con los días vividos. Compartan las fotos, recuerden las anécdotas e incluso pueden preparar un regalo especial entre las parejas. Algo que cierre esta experiencia inolvidable
Viajeros en Barcelona
Finalmente, al hacer la maleta no se olviden de meter una dosis de paciencia. No es fácil convivir con otra gente 24 horas al día por varios días pero sobretodo metan mucho sentido del humor. Las risas sumadas a esos momentos de confianza infinita, amistad profunda y respeto mutuo son los ingredientes básicos para transformar a un grupo de amigos en una fraternidad. Los años nos han dado penas y alegrías, miedos y sorpresas. Las hemos enfrentado juntos, apoyándonos y acompañándonos y eso ha sido maravilloso.



¡Cross check y reportar!




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