martes, 24 de septiembre de 2019

Amsterdam: paseo entre canales y bicicletas



Amsterdam, capital de los Países Bajos, fue fundada el siglo XII como un pequeño pueblo pesquero. Hoy es una de las capitales turísticas del mundo con casi 18 millones de visitantes al año. Con más de 100 kilómetros de canales y más de 1.000 puentes, todos adornados con preciosas flores y rodeados de frondosos arboles, se transforma en un lugar único e imperdible, especialmente en verano. La ciudad fue construida en un terreno quitado al mar con un sistema de diques que comenzó en el siglo XV. De esta forma se entiende la ordenada disposición concéntrica de sus canales en torno al centro histórico de la ciudad. Con solo 800 mil habitantes y a pesar de estar siempre inundada por turistas, la ciudad es amigable y fácil de recorrer. Si bien el transporte público existe, no se hace necesario usarlo como visitante, la ciudad es fácilmente caminable o pedaleable. Por algo se le conoce como la capital mundial de la bicicleta. Todo el mundo tiene una y la usa en todo momento, circunstancia y horario. Las ciclovías están en casi todas partes pero no en las calles que bordean los canales, como peatón hay que ser cuidadoso y prudente.


Sin ninguna duda, recorrer los canales de Amsterdam es el paseo inevitable de todo visitante. Mi recomendación es recorrer la mayor cantidad de ellos porque son muy distintos unos de otros. Si bien siempre es entretenido perderse entre callecitas y puentes hay algunos canales que no se pueden dejar de conocer. El principal es el Prinsengracht, no solo es el más extenso sino también el más sencillo y acogedor. Repleto de casas flotantes recorre un barrio que alguna vez fue muy modesto; talleres, almacenes y viejas iglesias es lo que lo rodea. Otro muy famoso es el Herengracht, donde están las mansiones y casas señoriales que le dan un aire de elegancia al canal. El recorrido desde el agua siempre es una buena idea. La mayoría de los tours salen en los canales cercanos a la estación central. Hay algunos que incluyen tragos y comidas, también están los clásicos botes grandes y masivos. Los canales están llenos de modestos puentes con enorme encanto, un paraíso para quienes disfrutamos de la fotografía. Es algo tan distinto a lo que se ve en los grandes ríos del resto de las capitales europeas. Es imposible no enamorarse de ellos aunque cueste identificarlos, son cientos. Las casas flotantes son otra maravilla, hay más de 2000 instaladas en su vasta colección de canales e incluso hay un museo que invita al visitante a conocer como es la vida sobre el agua. Amsterdam es una ciudad para caminarla completa, no solo porque es absolutamente plana y por lo tanto fácil de recorrer, sino porque está repleta de preciosos rincones, ideal para quienes disfrutan de un paisaje bonito, la fotografía o un rico café, ya que los hay por todas partes. El ambiente es siempre relajado, entretenido y amable. Por supuesto que también se puede hacer en bicicleta, se arriendan por todos lados y hay estacionamientos especiales en todas partes.
Beginjnhof

Beginjnhof
Uno de esos rincones escondidos que es una verdadera joya de la ciudad es Beginjnhof. Se trata de un precioso jardín privado, rodeado de pequeños y preciosos edificios del siglo 17.  En esos años este lugar albergaba a un grupo de beguinas, mujeres cristianas consagradas a Dios que trabajaban por el bienestar de la comunidad sin ser monjas. Hoy en el lugar viven principalmente estudiantes y mujeres solas y a pesar de que es un parque privado se puede entrar respetando ciertos límites. El lugar es precioso, está impecablemente cuidado y se respira un ambiente de tranquilidad maravilloso, por suerte no muchos turistas llegan aquí. Recomiendo entrar  a la pequeña capilla que está en uno de los accesos porque es realmente preciosa. Sentarse algunos minutos en sus bancas permite viajar en la historia y recuperar un poco de la paz que hemos perdido con el ajetreo común de estos tiempos locos. Otro imperdible es visitar el numero 34 que alberga a una de las dos casas de madera sobrevivientes en la ciudad de Amsterdam. La casa data de 1470 y se llama Houten Huis.

Europa Unida
Otro rincón escondido en Amsterdam es "Europa Unida", un grupo de 7 casas, entre la numeración 20 y 30 de la calle Roemer Visscherstraat. Fueron construidas en 1894 con el afán de honrar 7 estilos arquitectónicos europeos. El contraste de los estilos, colores y formas es un recuerdo de la diversidad existente en el viejo continente. Una casa romántica alemana, un palacio italiano, un pequeño castillo francés,  una villa española, un chalet inglés, una catedral rusa y una casa holandesa componen el conjunto que se encuentra a un par de cuadras del precioso parque Vondelpark.  Con 48 hectáreas es el parque más grande de la ciudad. Ideal para pasear caminando o en bicicleta. Durante el verano tiene gran actividad, incluso en las noches con conciertos en vivo y cine al aire libre. Su ubicación es bastante estratégica, porque si bien está alejado del centro histórico de la ciudad. está a pasos del distrito de compras de lujo y de la zona de los museos, una de las más visitadas por los turistas y locales.

Vondelpark

Rijksmuseum
Al hablar de Amsterdam es imposible no hablar de  sus museos. La ciudad está a la vanguardia en la cultura y sus más de 50 museos lo avalan. Sin duda el más conocido es el Rijksmuseum (https://www.rijksmuseum.nl/en), que es el museo nacional de arte e historia de los países bajos. Considerado uno de los más importantes del mundo es un símbolo de identidad para los holandeses. El  siglo XVII, llamado siglo de oro holandés, le entregó al mundo artistas como Rembrandt, Vermeer y Hals, entre otros. Parte de sus memorables obras están expuestas en este impresionante y enorme museo, traÍdo a Amsterdam desde La Haya por Luis Bonaparte en 1800. No es necesario comprar entradas previamente, se pueden comprar fácilmente ahí. Como siempre, mi recomendación es entrar a los museos sabiendo cuanto tiempo quiere invertir en ellos. Hay muchos interesantes y uno podría pasarse el dÍa entero viendo arte.
Autorretrato - Museo de Van Gogh
Museo de Ana Frank
A mi me pasó en el museo de Van Gogh (https://www.vangoghmuseum.nl/en), uno de mis artistas preferidos. El lugar me pareció simplemente perfecto, no solo por su tremenda colección de arte sino por la forma y delicadeza en que está contada su historia, fundamental para entender la obra de mi querido Vincent. Su vida solitaria y tormentosa se refleja en su arte de manera innegable e inevitable. Sus trazos cargados de emoción y dolor inundan cada cuadro. Siempre he creído que la gente de alma buena es transparente y aunque quiera no puede ocultar lo que siente. Eso me pasa con Van Gogh, ver su arte es ver su alma. En el primer piso hay una exposición de varios de sus más de 30 autorretratos, en donde no solo se puede apreciar su evolución artística y física sino también la manera en como él se veía y sentía. Un verdadero lujo. El famoso cuadro de su pieza también está aquí, así como uno de sus girasoles y su ultimo y emotivo cuadro "Trigal con cuervos".
Westerkek en el canal Prinsengracht
Ni les digo lo que es la tienda, repleta de preciosos artículos con su obra, imposible no salir con las manos llenas. La cafetería del museo tiene un autoservicio bien bueno para todo tipo de comidas, incluido el desayuno. Al lado del museo de Van Gogh esta el Stedelijk (https://www.stedelijk.nl/en) el museo de arte moderno. Vale mucho la pena verlo porque su colección no es enorme pero si de gran valor. Expresionismo, pop art y arte abstracto de primer  nivel encontrará en sus pasillos. Pollok, Picasso, Kusama y muchos más.
Uno de los museos regalones de la ciudad y de los turistas es el de Ana Frank (https://www.annefrank.org/es/) Le advierto que las entradas solo se venden on line, el 80% con varias semanas o meses de anticipación. El 20% restante se pone a la venta el mismo día de la visita pero hay que ponerse a una fila virtual que puede ser larga y sin garantía de encontrar entrada. A mi no me resulto y me quedé sin conocerlo. Creo que por cultura general hay que ir a este lugar, la casa en donde vivió y se escondió la pequeña Ana hasta ser delatada por unos vecinos. El museo se encuentra muy cerca del elegante barrio Jordaan que vale la pena recorrer y disfrutar de su preciosa arquitectura y al lado de la iglesia Westerkerk a cuyo campanario (el más alto de la ciudad) se puede subir por un precio razonable. Aquí está enterrado Rembrandt, aunque se desconoce el lugar exacto. No por nada es la iglesia protestante más grande de Holanda.

Palacio Real en la Plaza Dam
Atravesando todos los canales concéntricos se llega al centro histórico de la ciudad que tiene múltiples atractivos y varios puntos de encuentro. Quizás el principal es el Palacio Real que corona la muy famosa Plaza Dam. Considerada el corazón de Amsterdam debo confesar que a mi no me pareció tan atractiva. El palacio sin embargo es absolutamente majestuoso. Fue construido en el siglo XVII.
Oude Kirk en el barrio Rojo
Se puede visitar y maravillarse con su impresionante decoración, nuevamente, ojo con el tiempo invertido aquí, el castillo es enorme. A su lado esta la preciosa Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva) que data del medioevo. La iglesia es mas bonita por fuera que por dentro pero si se decide a pagar la entrada no deje de ver su precioso púlpito que demoró mas de 15 años en ser construido. Se le llama iglesia nueva aunque es la segunda más antigua de la ciudad, básicamente porque la Oude Kirk (Iglesia vieja) fue construida primero. Instalada en el corazón del famoso barrio rojo de Amsterdam, esta iglesia resiste de manera estoica los embates a la moral y las buenas costumbres del barrio. Rodeada de burdeles, sex shop y shows eróticos, la Oude Kirk permanece intacta y preciosa. La entrada incluye un audio tour muy interesante.
Como todo el mundo sabe, en Amsterdam la prostitución y el consumo de drogas blandas es legal. Hágase a la idea porque toda la ciudad está inundada con el olor a hierba y realmente llega a marear a ratos. Si usted la quiere probar, se compra fácilmente en los llamados "coffee shop" en donde no venden café sino que hay un enorme y variado menú con marihuana de múltiples orígenes y atributos. Quienes fuman lo hacen tranquilos sin molestar a nadie, no son tema. Mucho más chocante resultan las vitrinas con mujeres exhibidas como mercancía a toda hora en los burdeles. A pesar de cualquier cuestionamiento moral que uno pueda o no tener, vale demasiado la pena ir a ver el barrio rojo de noche. Se repleta de gente, especialmente joven, que se pasea por sus calles en busca de las luces de neon rojas que son las características de los burdeles o inundan los peep show casetas para ver sexo en vivo. Vitrinee tranquilo porque a pesar de que no se ven policías en ninguna parte de la ciudad, el barrio es seguro. Ellos saben perfectamente que viven del turismo y por lo mismo, lo cuidan. Hago una advertencia, verá en las esquinas gente vendiendo globos, como si fueran de helio, pero tienen oxido nitroso, conocido como el gas de la risa, que es la ultima moda en droga blanda en Europa. 

Estación Central
Muy cerca del barrio rojo pero para visitar de día es la Estación Central, en un barrio en donde la ciudad se abre al mar. Su construcción empezó en 1882 siendo la primera de toda Holanda. Su fachada es impresionante y hoy es una de las estaciones más importantes del país. En esta zona encontrará los tours en bote y muchos guías dispuesto a venderle eso y mucho más. 

bitterballen
Papas fritas al por mayor
Restaurant De Blauwe Hollander
Hablemos un poco de comida. Los holandeses son fanáticos de las papas en todas sus formas, muy parecidos a los chilenos pero en grande. Ya desde temprano se ven por toda la ciudad pequeños locales con enormes fritangas de papas fritas, las tienen solas o bañadas con salsas en cucuruchos. Se las comen paseando por sus pequeñas calles, bordeando los canales o bien sentados en una mesa acompañándola de una cerveza helada. Si hablamos de un almuerzo más largo, lo más probable es que la papa venga en forma de bitterballen, unas mini papas rellenas, a veces con carne o con queso y que son una delicia. La otra alternativa muy popular es comer papa en forma de puré, en todos los restaurantes es el acompañamiento principal, siempre bañado en una generosa y sabrosa salsa, simplemente imperdible. Recomiendo el De Blauwe Hollander (https://deblauwehollander.nl/), en plena zona Leidseplein, un lugar repleto de restaurantes en donde este se lleva buenas críticas por su servicio y su comida muy típica holandesa. Ahora si bien hay que decir que la comida holandesa tiene mucha influencia alemana, lo más entretenido es el ambiente que en general hay en los locales, al menos en verano. Terrazas repletas de gente disfrutando de la comida  y de la cerveza a toda hora, en un ambiente de relajo y entretención total. Imposible no instalarse y sumarse. 
Bulls and Dogs
Un querido amigo que fue algunas semanas antes que nosotros nos recomendó probar un local que tiene dos ubicaciones en Amsterdam. Se trata del increíble Bulls and Dogs (https://www.bullsanddogs.com/). Fuimos al que está en Foodhallen, un especie de mercado con mesas compartidas y buenos bares en el centro. La experiencia gastronómica simple pero insuperable. Bulls and dogs es un pequeño y sencillo lugar que ofrece principalmente hot dogs pero llevamos a su máxima experiencia culinaria. En un pan de pretzel y condimentados de manera extravagante pero exquisita fue uno de los mejores almuerzos del viaje. ¡Simplemente sensacional!. 
Por ultimo y aunque yo no fui, recomendar el tour que hace Heineken en su fábrica en la ciudad. Es una de las cervezas holandesas más famosas del mundo y el tour incluye una degustación. 
Hay muchas más cosas para hacer en Amsterdam, sin duda una de esas capitales del mundo a la que hay que volver varias veces. No solo por su cantidad de panoramas y su ambiente único, vibrante y entretenido sino porque desde aquí se puede visitar fácilmente muchas otras ciudades de Holanda que vale la pena conocer. La Haya, Utrech o incluso Rotterdam están a un viaje corto en tren. Amsterdam me pareció una ciudad fascinante y solo quiero volver por más, no se lo pierda.

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viernes, 12 de julio de 2019

Nueva York: ¿que hay de nuevo?

Hudson Yards

A mucha gente le cuesta entender que yo siga yendo a Nueva York. El mundo es tan grande y hay tantos lugares interesantes por conocer todavía, no lo niego. Sin embargo, el imán que tengo por esta increíble ciudad me hace volver una y otra vez. Es que Nueva York es absolutamente inagotable, siempre están pasando cosas nuevas y hay entretención para todos los gustos y presupuestos. Tiene el gran atributo de ser una ciudad que si bien conserva todos sus lugares emblemáticos está en constante evolución y cambio. ¿Que hay de nuevo por estos días?. Mucho,  muy entretenido y variado, como siempre.


High Line Park
Meat Packing District

Esta vez hice el parque High Line de abajo hacia arriba, empezando en el Whitney (https://whitney.org/), el museo de arte moderno americano. Un lugar que si o si hay que visitar al menos una vez. A pocos metros de su entrada está la escalera que da inicio al High Line Park. Debo decir que paseo gana enormemente partiendo en este extremo, principalmente por la incorporación de Hudson Yards. La perspectiva mejora de manera notable y la transición que hace el parque desde un barrio bajo perfil al futurista entorno que presenta Hudson Yards es sensacional. El parque está con su vegetación crecida y con todo el barrio que lo rodea absolutamente en ebullición. Es impresionante como una obra de urbanismo relativamente sencilla transformó un par de barrios para siempre, agregando valor y calidad de vida a sus vecinos.
High Line Park
El meatpacking district está repleto de pequeños espacios comunes, con sillas y wifi para poder descansar, trabajar o simplemente disfrutar del ambiente neoyorkino, uno de mis panoramas preferidos. La mayoría de los trabajos viales que se venían haciendo en los últimos años están terminados. Verlo desde la altura del High Line da una perspectiva distinta y notable, el movimiento es constante a toda hora. No termino de impresionarme con la cantidad de edificios nuevos o restaurados que hay a los largo del parque. Es impresionante como año tras año aparecen cosas nuevas, esculturas, mejoras en los edificios, miradores y nuevos espacios. Lo mejor es como la gente lo aprovecha porque si bien se ve mucho turista también hay locales por montones que vienen en busca de un lugar para descansar, trabajar o inspirarse. La vida de ciudad en su máxima expresión.
High Line Park en Hudson Yards
Probablemente es el último tramo en donde más se nota la transformación de un barrio gracias al parque. Tanto Hudson Yards como el parque se han visto ensalzados a su máxima expresión en su comunión. ¿Que es Hudson Yards? Algunos lo llaman un barrio, otros lo catalogan de mini ciudad dentro de la ciudad. La realidad es que es un conjunto de edificios de oficinas y residenciales que contiene además un mall, centro de eventos, galerías de arte, restaurantes y más. Sin duda su icono más famoso es The Vessel, una estructura de acero con forma de panal de abeja y que sirve de observatorio del nuevo barrio. Si bien la ansiedad por conocerla es enorme y solo aumenta en la medida que uno se acerca a ella, le recomiendo antes de bajarse del High Line conocer los nuevos miradores que tiene en torno a Hudson Yards. La altura permite ver con claridad la transformación de este barrio, desde un peladero que servía como estacionamiento de trenes a un bullante distrito nuevo, repleto de rincones y actividades para hacer. Que maravilla lo que se puede lograr con el urbanismo.
The Vessel - Hudson Yards

The Vessel
The Vesssel - Hudson Yards
Para entrar al Vessel hay que tener un ticket, el cual es gratuito y se puede conseguir on line (https://www.hudsonyardsnewyork.com/discover/vessel) o ahí mismo al momento de llegar. La finalidad de la entrada es controlar la cantidad de gente que hay en la estructura, no solo por un tema de seguridad sino para darles a los visitantes una experiencia que sea grata e inolvidable. Por lo tanto, tenga en cuenta que si va sin tickets puede que los que le den no le permitan subir inmediatamente.
Restaurante Queens Yard
En todo caso la espera no es larga y hay mucho que ver mientras llega su turno. El Vessel tiene 16 pisos que solo se pueden hacer por escalera. Si bien hay un ascensor, este es de uso exclusivo para discapacitados.  Son más de 150 escaleras interconectadas, con más de 2500 peldaños. La experiencia es bien única porque da una sensación que mezcla el laberinto con el vértigo. El lugar es un imán de fotógrafos profesionales y amateurs porque las perspectivas que ofrece son infinitas y el contraste con los alrededores es alucinante. Cuesta salir de aquí. Para un próximo viaje espero poder venir de noche porque con la iluminación que tiene el espectáculo debe ser precioso.
Dentro del mall hay varias alternativas para comer. Muy tentador se ve Little Spain (https://www.littlespain.com/), un mercado con comida española en el sub suelo del mall. Optamos por ir a Queensyard (https://www.queensyardnyc.com/) porque ofrecía, además de una atractiva carta, una vista única al Vessel. El lugar es precioso, finamente puesto y con un atractivo bar en el centro. Las vistas son realmente impactantes y  no es imposible conseguir una mesa en la ventana. Nos atendieron como príncipes y nos cobraron como reyes, era esperable.
The Color Factory

Joseph Leonard
Otra experiencia nueva en este viaje fue conocer The Color Factory(https://www.colorfactory.co/). Ubicado en el Soho, es una manera distinta de partir la mañana. Se trata de una exhibición de color y sabor que nació en San Francisco y ahora está en Nueva York. Un entretenido viaje por los los 5 sentidos, liderados por la vista.
Ideal para hacer con niños pero también entretenido para adultos. Se agradece el buen manejo del público para poder disfrutar de cada una de las etapas del recorrido.
Entradas solamente on line. Si va sin niños en algo menos de una hora ya está de vuelta en la calle, justo para ir por un buen brunch. El Village sigue potenciándose como rincón de los pequeños maravillosos restaurantes sorpresa. Esos lugares que desde afuera no dicen nada pero que por dentro son una fascinante sorpresa. Cálidos, bien atendidos y con cartas novedosas y sorprendentes. El Village está repleto de ellos y cuesta elegir porque todos se ven exquisitos. Nos decidimos por el Joseph Leonard (https://www.josephleonard.com/), un ínfimo lugar en el corazón del Village. Siempre está repleto pero tiene buen ritmo de salida de clientes. El servicio es excelente, la comida deliciosa y los precios muy adecuados. Sin duda lo mejor de estos lugares es el ambiente local que tienen, se nota que sus comensales son habituales y se agradece esa sensación de ser parte de esta rutina de barrio.

Gran Tivoli

Peppis Cellar
Hace mucho tiempo que quería ir a un club de jazz en NY pero no quería caer en el Blue Note a pesar de sus años de historia. Buscaba una experiencia menos turística y más intima. Conocí dos lugares. El primero es el Gran Tivoli (https://www.grantivoli.com/), un restaurant italiano precioso entre el Soho y Nolita.
Hay que reservar y no tenga miedo si le dicen que solo hay disponibilidad en la barra porque es muy cómoda, espaciosa y las mesas son solo para grupos. Su preciosa ambientación en torno a un llamativo y enorme bar lo traslada a uno en el tiempo. La comida es realmente soberbia y la atención también, el lugar tiene un aire de sencilla y cálida elegancia. En el subterráneo tiene prácticamente escondido un whisky bar ( https://www.peppiscellar.com/) donde algunos días hay jazz o blues en vivo. Puede revisar la página web para ver cuando hay música en vivo. Tuvimos suerte, nos tocó un cuarteto genial que tocaba mientras la gente conversaba, se tomaba un trago o simplemente disfrutaban de la música. No hay consumo mínimo ni cover que pagar. Ponga atención en el precioso y enorme bar, es de los más lindos que he visto. Sin ser una entendida, me quedó la sensación que el cuarteto era de gran nivel y la experiencia fue inolvidable.

Smalls Jazz Club

Boucherie
La segunda experiencia fue totalmente distinta. En pleno Village, metido en un subterráneo sin ninguna parafernalia está el Smalls Jazz Club (https://www.smallslive.com/). Un lugar en donde lo central y más importante es la música. Hay que pagar una entrada de usd$20 dólares y consumir algo para tomar, aunque sea una bebida. La gente no conversa, todos van a disfrutar de la música. Recomiendo esta segunda experiencia para quienes sean realmente fanáticos del jazz. El ambiente es entretenido, esta lleno aunque sea día de semana. Es importante haber comido antes porque aquí no dan ni un maní.

Menos mal íbamos preparados y habíamos comido antes en el fantástico restaurant francés Boucherie (http://boucherie.nyc/).  Una de las gracias que tiene Nueva York es su multiculturalidad. Por todos lados hay rincones que lo transportan a otros países. Barrios completos tomados por inmigrantes y por supuesto, con restaurantes que dan cuenta de su cocina y su cultura. Si bien este lugar no está en un barrio francés cruzar la puerta es como atravesar el atlántico. Con ambiente sencillo, tranquilo y comida casera francesa bien preparada y poco pretensiosa. El lugar  es perfecto para una comida en pareja o con amigos.

Play it Loud en el MET

Bethesda Fountain - Central Park
Otra novedad es la tremenda exposición "Play it loud" en el museo Metropolitan. Montada en conjunto con el Rock & Roll Hall of Fame la muestra contiene más de 130 instrumentos musicales que son parte de la historia de la música. Instrumentos de Los Beatles, Chuck Berry, Prince, The Who, Lady Gaga, Metallica y muchos más lo tendrán hipnotizado en una entretenida muestra. El museo con sus atractivos de siempre, hay para todos los gustos. Recomiendo fijarse un tiempo para estar en el museo porque de lo contrario uno puede fácilmente pasar el día completo en el MET. Recorrer el Central Park será siempre uno de mis paseos preferidos, especialmente los fines de semana con su movimiento vibrante y entretenido. Su infinita cantidad de rincones lo hacen un lugar inagotable.
L'Avenue 


L'Avenue
Otra primicia en la ciudad es el recientemente inaugurado restaurant L'Avenue. Ubicado en el noveno piso de la tienda Saks, en plena quinta avenida. Se trata una filial del famoso y muy chic L'Avenue de Paris. Decorado por el famoso Philippe Starck, un decorador francés de gran renombre. El lugar derrocha elegancia en un ambiente casual. La comida y la atención son de primera y el lugar está abierto tanto para el almuerzo como para la comida en donde promete una vista única del Rockefeller Center. En el piso de abajo hay un whisky bar, con chimenea y terraza para los fumadores. Realmente el lugar es una joya y aunque sus precios son bastante elevados, vale cada centavo. Por último si no quiere gastar tanto puede ir simplemente a tomarse un trago al bar para conocerlo porque realmente vale la pena.


Pasando de lo más mundano, como es un restaurant ultra elegante a lo más profundo como es una exposición sobre Auschwitz, esta ciudad muestra así sus constantes contrastes y que son en mi opinión, su mayor atractivo. Hasta el 3 de enero del 2020 estará abierta la impresionante y completísima exposición "Auschwitz, not long ago. Not far away". Montada en el museo de la Herencia Judía, ubicado en el downtown de Manhattan, la exposición es sobrecogedora. He estado en varios museos que tratan el tema y destaco este porque a pesar de ser una muestra muy completa, se hace fácil de recorrer. Está históricamente bien explicada y con elementos interactivos que facilitan la visita. En otros lugares me ha pasado que es tanta información y tan fuerte el contenido que uno tiende a agotarse. Aquí la selección es perfecta. Hay desde una primera edición del libro "Mein Kampf" de Hitler, hasta el escritorio original de uno de los comandantes del campo. Realmente se puede palpar y sentir el horror que significó el holocausto. Son un par de horas muy bien invertidas con audioguía en varios de idiomas. A la salida recomiendo recorrer el paseo que bordea el río Hudson hasta llegar al museo de las torres gemelas, otro lugar que sobrecoge hasta dejarlo sin palabras.

Dumbo - Foto CN Traveller
Lilia Restaurant
Un paseo que a mi me encanta y que esta vez no pude hacer es cruzar el Brooklyn Bridge en la tarde para ver la puesta de sol desde Dumbo. El barrio sigue tomando más y más notoriedad con la llegada de tiendas y restaurantes que le dan mucho movimiento. Recién se instaló aquí, el mercado Time Out que tiene sucursales en Lisboa, Praga, Londres, Montreal, Chicago entre otras importantes ciudades. Un lugar vibrante y entretenido que debería prender muy rápido en la gran manzana.  Lo que si pude hacer fue probar el famoso Lilia (https://www.lilianewyork.com/), en Williamsburg. Después de dos años tratando de conseguir reserva sin éxito, nos animamos a aparecer y dejarlo a la suerte. La suerte nos tiró en una mesa en la calle en un día un pelito helado. Sin duda la experiencia hubiera sido mucho mejor adentro, pero fuimos bien atendidos y la comida fue absolutamente soberbia. Me quedo con las ganas de recorrer este barrio al que todavía no he podido encontrarle su gracia.

La ciudad de Nueva York mantiene su esencia cosmopolita, repleta de contrastes y en constante evolución. Siempre hay una buena razón para volver a ella y dejarse llevar por su ritmo y movimiento. Yo espero volver el próximo año.

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miércoles, 19 de junio de 2019

Punta Cana: vacaciones en un todo incluido


Paradisus Palma Real - Playa Bávaro

Todo el mundo merece un buen "todo incluido" en la vida. Si bien no soy fanática de este tipo de vacaciones, a veces es exactamente lo que necesito. Algunos días en los que haya mínimas decisiones que tomar y las elecciones sean entre el paraíso versión A y el paraíso versión B. Descanso garantizado, tiempo en familia, amigos o pareja y para rematar, el clima perfecto. Este año elegimos Punta Cana por sobre el resto de las alternativas con este tipo de vacaciones por varias razones. Primero, vuelo directo ida y vuelta. Siete horas de vuelo desde Chile en dreamliner, un avión del que ya les he contado sus beneficios, especialmente en  lo que tiene que ver con presurización y turbulencias. Otro punto a favor es que Punta Cana ha tenido menos algas que el resto del caribe en los últimos años y las maneja de mejor manera. También fue importante para nosotros lo cerca que está el aeropuerto de la mayoría de los hoteles, es traslado es de alrededor de 20 minutos. Finalmente, la cantidad y variedad de hoteles que ofrece es enorme, hay para todos los gustos y para todos los presupuestos. 

Paradisus Palma Real
Hotel Barceló Bávaro Palace Deluxe
Sin duda elegir hotel es la clave de las vacaciones todo incluido. Mi primer consejo es tomarse esta parte del proceso con calma y dedicarle tiempo. Pregunte a gente de gustos similares a los suyos, mire los sitios web y siempre lea los comentarios de tripadvisor que son bien agudos y específicos. Hay hoteles para todos los gustos y he podido comprobar que en general se especializan en un tipo de pasajero, por lo que es importante encontrar el adecuado para uno. Le entrego algunos puntos importantes a tener en cuenta al momento de elegir. Primero el presupuesto, hay hoteles de todos los precios y dentro de cada hotel hay bastante variedad de habitaciones. Muchos hoteles medianos y grandes tienen alternativas de servicios exclusivos (en general solo para adultos) dentro del mismo hotel. Piscinas y restaurantes privados por un "módico" costo adicional. Esta decisión la puede tomar acá o allá, no se estrese, créame que se la ofrecerán en cuanto ponga un pie en el hotel. Los hoteles más chicos, tipo boutique, son ideales para ir en pareja pero son más caros que los grandes. Si bien no ofrecen gran equipamiento la calidad del servicio y la comida es muy superiror.
Si va en familia es recomendable fijarse en la infraestructura del resort, cuantas piscinas tiene, clubes de niños, entretención, movilización interna, restaurantes, spa entre otros. Los hoteles grandes tienen impresionante infraestructura en enormes terrenos lo que implica traslados internos que pueden ser largos y cansadores si los hace caminando. Este es un tema importante a tener en cuenta a pesar de que la mayoría de los hoteles cuenta con transporte interno. La mayoría de los hoteles tiene clubes de niños y guardería pero siempre es importante chequearlo en caso de que usted necesite este tipo de servicios. Si va con niños muy chicos yo recomendaría el hotel Barceló Bávaro Palace Deluxe. Su infraestructura en general es impresionante, pero lo que lo hace más atractivo es la amplia variedad de espacios para niños. No solo tiene una enorme piscina exclusiva para ellos, si no también un barco pirata con toboganes y una piscina con olas. El resort tiene cancha de golf además de muchos restaurantes y piscinas. Como el hotel es enorme, existe un sistema de traslado interno en un "trencito" que pasa de manera regular por varios puntos del hotel.

Playa Bávaro

Otro punto importante es la playa. Dentro de un mismo destino la playa puede ser distinta. En Punta Cana siempre he ido a la playa Bávaro y me encanta pero hay otras alternativas cerca. Cap Cana está igual de cerca del aeropuerto y bastante de moda en el último tiempo, hay que darle una mirada también. 

Teppanyaki
La comida es otro aspecto a tener en cuenta. La mayoría de los hoteles medianos y grandes tiene un par de buffet y varios restaurantes temáticos. En mi experiencia, la comida en los todo incluido rara vez es soberbia. Si bien la atención es bastante buena (salvo en los buffet que en general es deficiente) la comida, en general no es el punto fuerte. Sin embargo, hay hoteles en donde claramente hay más empeño en este punto que en otros. Me da la impresión que mientras más grande el hotel, menos sabrosa es su comida. Mi experiencia culinaria ha sido mejor en los dos hoteles Paradisus a los que he ido que en el Barceló.
Parilla Playera del Paradisus Palma Real
Esto a pesar de que había menos alternativas y su buffet era más chico. Me pareció muy cómodo que tuviera una parilla durante el día en la playa, con un servicio bien básico de hot dog, hamburguesas, pollo y papas fritas. Ideal para un almuerzo rápido o un snack entre comidas. En el Bávaro hay un restaurant con comida de este tipo pero está lejos de la playa lo que lo hace poco práctico para el día pero muy bueno para un snack de última hora. El sistema de reservas para comer estaba considerablemente menos colapsado en el Paradisus, en el Barceló era bien caótico y se perdía mucho tiempo en eso.  Cuesta entender que los todo incluido no tengan del todo resuelto este tema que es tan cotidiano.
Bar en Paradisus Palma Real
En cuanto a los bares debo decir que los tres hoteles en que he estado en Punta Cana tienen buena cantidad de bares, están muy bien atendidos y la calidad de sus tragos es similar. Los dominicanos entendieron bien que un bar entretenido, rico y con ambiente es parte vital de las vacaciones. No espere tragos de enorme calidad pero hay gran variedad de tragos ricos y refrescantes, ideal para el clima.
Otro punto importante a tener en cuenta es el ambiente. No es lo mismo ir de luna de miel, con niños chicos o en familia con hijos grandes. Los hoteles en general privilegian un ambiente y es bien fácil notarlo. Los hoteles enormes son los preferidos de las familias con niños chicos, los medianos en general tienen un publico con menos niños y mas jóvenes y los hoteles chicos son ideales para ir en pareja. Ahora, si lo suyo es carrete, vaya a un Hard Rock, ahí la fiesta no para y el ambiente es casi exclusivo de adultos. 
Para algunos, los espectáculos nocturnos son otro tema importante al momento de elegir hotel. La playa cansa y da hambre con lo que los horarios habituales generalmente se ven alterados. Uno tiende a comer más temprano y queda tiempo para entretenerse. El Barceló tiene un enorme anfiteatro con shows de alta gama, no es Broadway pero los espectáculos son bastante buenos. El Paradisus Palma Real en cambio tiene otro modelo. Si bien tiene un salón con escenario, nunca nos tocó un show ahí. En cambio, todas las noches había pequeñas entretenciones diferentes. Algunas veces fue un show de tipo circense, otras veces era una feria dominicana, show de luces, o simplemente una banda tocando buena música para bailar. Lo que más me gustó de esto, era que muchas veces armaban un buffet en la playa, para comer con los pies en la arena, un viento suave y cálido. Con el ruido de las olas, el ambiente no puede ser más perfecto.  


Parasailing
Respecto de los panoramas no hay mucho de que preocuparse porque la oferta local tiende a llegar de manera muy eficiente y equitativa a todos los hoteles. Si bien está el clásico nado con delfines, mantarrayas y tiburones, el panorama preferido de los turistas es el parasailing. Un paracaídas que tirado por una lancha lo pasea por el borde costero. Se puede elegir ir alto, muy alto o bajar a tocar el agua. Los tipos son expertos y el panorama es inolvidable, no solo por la vista, sino también por la adrenalina. Hay un acuerdo entre los operadores de tours de no invadir el espacio de descanso de los turistas y por eso se paran a orilla del mar para ofrecer sus servicios. Además de esto, todos los hoteles los tienen instalados en partes visibles del resort para poder contratar las diferentes actividades. En lo personal, creo que el mejor panorama de Punta Cana es disfrutar de su preciosa playa, cálido mar, arenas blancas y buen servicio.
Darse una vuelta por el gimnasio a matar las culpas no es mala idea. Si bien parece que poca gente lo hace, ya que en mi experiencia, los gimnasios son bastante chicos y nunca están llenos. Siempre tienen maquinaria de primera linea y algunos minutos quemando calorías pueden darle tranquilidad a la hora de la comida.
El spa es otro lugar que siempre vale la pena conocer. Si bien los servicios nunca están incluidos en el precio y su costo tiende a ser bastante elevado, un rico masaje siempre es buena idea. También es una alternativa para alejarse del bullicio y exceso de gente que habitualmente hay en estos hoteles. 

Paradisus Palma Real


Uno de mis panoramas preferidos es salir a caminar por la playa a la hora del atardecer. En ese momento el calor baja y el viento normalmente sube un poco. El panorama se tiñe de romance y el mejor color del día no solo para las fotos sino simplemente para disfrutarlo. Son las condiciones perfectas para caminar descalzo por la orilla de la playa, conocer hoteles vecinos, mirar la artesanía local y hacer un poco de ejercicio. Si tiene suerte, como yo, y le toca la luna llena el panorama ya no puede ser más perfecto. Volver justo a la hora del aperitivo después de una buena conversación es el final perfecto. También se puede pasear por las instalaciones del hotel. Los jardines en general están muy bien cuidados y son un bonito paseo. En la zona hotelera se han puesto malls y conocidos bares buscando sacar a los turistas de su relajo. Yo no creo que este sea el destino ni el tipo de vacaciones para ir de compras y honestamente dudo que valga la pena pero si le interesa, normalmente los hoteles tienen traslado gratuito a estos lugares.

 
Las ventajas de un todo incluido son bien evidentes. El descanso esta prácticamente garantizado. No hay muchas decisiones que tomar por lo que es un destino ideal para ir en familia o con un grupo de amigos. Hay actividades para todos los gustos y si solo quiere tenderse a disfrutar del sol o un buen libro no hay ningún problema. Aquí el lema es relajarse sin culpa. 

¡Cross check y reportar!




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