jueves, 2 de agosto de 2018

Como armar una hermandad: 10 consejos para viajar con parejas de amigos

Viajeros en Brooklyn 2014

Viajar con amigos ha sido para mi una experiencia nueva y sorprendentemente entretenida. Hace algunos años con un grupo de amigas de universidad empezamos a juntarnos más seguido con los maridos, algunos se conocían y otros a penas se ubicaban. Lo pasábamos tan bien juntos que un día salió la idea de viajar en grupo. Todos éramos bien viajeros así que la idea prendió como pasto seco. A partir de esa inolvidable primera aventura nació una amistad que hoy es una verdadera cofradía. Ya son varios viajes juntos y ahora que la geografía nos separa, escribo las lecciones aprendidas no solo para compartirlas, sino como humilde homenaje a la amistad de este grupo de viajeros que hoy  es desafiada por la distancia.

Revisemos algunos puntos importantes a tener en cuenta antes de lanzarse en la aventura que es viajar con amigos:

1.- Quienes van. Lo primero a definir es el grupo. Mark Twain dijo "He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él". No es lo mismo salir a comer con alguien que pasar juntos casi todo el día. Por eso a pensar en un grupo que aunque sea diverso, sea respetuoso, abierto y sobretodo tolerante y flexible. Ojalá que no sea muy grande, para que exista un real encuentro más que un carrete masivo. A veces esto se da más en grupos que se conocen desde la infancia y otras veces más adelante en la vida. No hay receta para esto, si se le da, aprovéchelo. No conocerse tanto puede ser un punto a favor en la medida que exista la voluntad de actuar como grupo, de oírse, aceptarse y tolerarse pero yo no recomiendo viajar con desconocidos. Mejor diablo conocido que diablo por conocer.

2.  Donde ir. Lo segundo es la elección del lugar. Si el grupo no tiene tanta experiencia juntos lo más fácil es optar por un "todo incluido", un lugar en donde no hay muchas decisiones que tomar y el panorama es básicamente tenderse al sol, comer y reír. Si le resulta aburrido pero no quiere arriesgarse por un viaje más urbano, elija un todo incluido que tenga panoramas fuera del resort. Los de México son una buena alternativa porque ofrecen una enorme variedad de panoramas. Nosotros elegimos una ciudad de la que todos somos amantes: Nueva York. En cuanto salió la sugerencia, fue aceptada de inmediato de manera unánime. Si bien supimos que presentaba desafíos, fuimos rayando la cancha con claridad y con tiempo.

3.  Donde dormir. La elección del hotel es bien clave, a juntarse y tomar en consideración que es lo importante para cada uno. ¿Ubicación? ¿calidad del hotel? ¿tamaño de la pieza? ¿presupuesto?. A meter todo a la juguera y buscar algo que les acomode a todos. Arrendar un departamento tiene el beneficio del costo pero el riesgo de la convivencia, yo no lo haría.

4. Cuanto gastar. Sin duda el ítem presupuesto es el punto más relevante de un viaje de este tipo. Hay que ser delicado y sensible para entender que no todos pueden gastar lo mismo. Mucha prudencia al momento de elegir el hotel, restaurantes y panoramas para evitar que alguien quede incómodo con el gasto. Imprescindible tener confianza para poder decir cuando algo es demasiado caro para uno.

Viajeros en Madrid


5.-  Hagan onda previa. Nosotros nos armamos un grupo de whatsapp en donde no solo nos íbamos organizando y tomando decisiones sino que también hacíamos ambiente. Por ejemplo, en el primer viaje, todos los días compartíamos una canción relacionada con la ciudad de Nueva York, ¡Durante 90 días! Para el segundo viaje el desafío era buscar un rincón secreto de las ciudades a visitar, en este caso Madrid y Barcelona. El nivel de ansiedad que esto fue generando fue notable. Por aquí también salían ideas de panoramas que eran conversados y guardados para una posterior selección. El grupo todavía existe y es el más activo en mi teléfono.

6.-  Tengan un itinerario tentativo. Un par de semanas antes del viaje nos juntamos a comer y con pizarra en mano distribuimos y seleccionamos los panoramas. Aquí es clave tener en cuenta los gustos de todos, muchas veces hay que ceder en pos del bienestar de otro. Lo importante es que todos en el grupo sientan el viaje como propio y nadie se sienta como "invitado". Dar espacio para tiempo libre es una muy buena idea, a veces lo mejor es dejarlo en las tardes para hacer cosas de gusto más personal o bien descansar.

7.- A la hora de comer. Denle especial importancia a la comida. El sentarse en una mesa a compartir la comida es mucho más que simplemente llenar el estómago, es un momento de encuentro, intimidad, de risas y de hablar los temas para los que pocas veces nos damos tiempo. Es aquí donde realmente se comparte y en donde un grupo de personas conocidas comienza a transformarse en hermandad. Si van a una ciudad, elijan los restaurantes con anticipación y hagan reservas para evitar malos ratos y frustraciones. Una buena idea es que cada uno del grupo pueda elegir un lugar y así buscar sorprender a los demás. Les recomiendo repartirse las responsabilidades, esto ayuda a que todos se sientan parte. Que la comida sea buena y el lugar sea especial ayudará al ambiente. Pierdan el pudor y anímense a llevar la conversación a temas más íntimos. Nosotros hemos hecho unas mini dinámicas que básicamente es contestar una pregunta y compartir opiniones y experiencias. El resultado ha traído momentos sublimes de apertura y conocimiento mutuo (pañuelo en mano) que son una de las razones de porque este grupo no solo tiene un nombre sino también un espacio en el corazón de cada uno de sus integrantes.

Picnic de amigos en Central Park
8.-  Anímense a hacer cosas distintas. Todos en el grupo habíamos ido varias veces a NY por eso nos propusimos hacer cosas nuevas. Cada uno de nosotros le mostró al grupo algo que no conocía. Es bonito salirse de uno mismo y ver que tipo de ciudad o de viaje hacen los demás. También es una gran experiencia compartir tus rincones secretos con los demás.

9.-  A la hora de los problemas. Tengan en cuenta que es inevitable enfrentar pequeños conflictos. A veces el cansancio juega en contra y es aquí donde es vital tener la mejor actitud frente a ellos. Hablarlos con franqueza pero con tino y sobretodo darle un gran espacio al sentido del humor será vital para superar esos pequeños roces. Si los manejan adecuadamente van a lograr que se transformen en grandes anécdotas y risas infinitas. Algo que sirve para minimizar estos episodios es tener claras las expectativas e intenciones de los demás. El respeto es la clave. Si sabemos que alguien le cuesta levantarse temprano, cedamos y partamos el día un poco más tarde. Este tipo de detalles hará del viaje una experiencia inolvidable para todos. 
10.- A la hora del balance. Júntense a la vuelta del viaje, con una comida especial, algo que tenga que ver con los días vividos. Compartan las fotos, recuerden las anécdotas e incluso pueden preparar un regalo especial entre las parejas. Algo que cierre esta experiencia inolvidable
Viajeros en Barcelona
Finalmente, al hacer la maleta no se olviden de meter una dosis de paciencia. No es fácil convivir con otra gente 24 horas al día por varios días pero sobretodo metan mucho sentido del humor. Las risas sumadas a esos momentos de confianza infinita, amistad profunda y respeto mutuo son los ingredientes básicos para transformar a un grupo de amigos en una fraternidad. Los años nos han dado penas y alegrías, miedos y sorpresas. Las hemos enfrentado juntos, apoyándonos y acompañándonos y eso ha sido maravilloso.



¡Cross check y reportar!




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