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jueves, 25 de octubre de 2018

Berlin: la ciudad inmortal


Berlín, capital de Alemania, ciudad con múltiples y fascinantes facetas. Epicentro de algunas de las historias más terribles del siglo XX. Sus calles han sido testigo de esta realidad y recorrerlas es como hojear un libro de historia. No hay ojos cerrados ni corazones bloqueados, la ciudad está viva y consciente de sus cicatrices. El nazismo la inundó, la atravesó y la marcó probablemente para siempre; los alemanes lo saben. Como si esto fuera poco, después de quedar virtualmente destruida por los bombardeos de la segunda guerra, Alemania se divide en 2 y entre ambas mitades se levanta un muro que es testigo de esta triste realidad que separa amigos, familias, compañeros por casi 40 años. Nuevamente, esto es parte de la ciudad. En varios rincones se cuenta la historia desde diferentes perspectivas, siempre triste, horrenda e impactante. Hoy Berlín no olvida pero si supera, la ciudad es epicentro no solo de Alemania pero de Europa. Repleta de jóvenes, de vanguardia, de acontecimientos culturales, políticos y sociales, pero empapada de siglos de historia la hacen única e irrepetible. Una ciudad siempre en movimiento, entretenida, diversa y tolerante.
"Void Void" Museo Judío
Monumento al Holocausto
Para conocer la historia del nazismo recomiendo tres imperdibles lugares. El primero es la "Topografía del Terror" (https://www.topographie.de/en/), un museo instalado en los que fueron los cuarteles generales de la gestapo y que ahora cuenta su terrorífica historia. Tiene una instalación interior y otra exterior que vale la pena visitar con calma. Darse el tiempo de leer las historias detrás de los personajes es algo que probablemente no olvidará jamás. Hay aquí también restos del muro que coincidentemente pasaba por esta zona repleta de edificios oficiales del nazismo. El segundo lugar es el "Museo Judío" (https://www.jmberlin.de/), un espacio que rescata la cultura judía a lo largo de la historia. En 1999 el arquitecto Daniel Libeskind construye un ala moderna que habla de la relación entre alemanes y judíos. Un vínculo fuerte que tiene profundas cicatrices y que el edificio muestra notablemente en su exterior. Sin embargo, realmente se entienden y palpan al recorrer el interior en donde se atraviesan las entrañas de esas heridas. La arquitectura se pone en favor del contenido como pocas veces antes lo vi. Un ala mas bien conceptual, con algunos relatos breves del holocausto y algunas exposiciones imperdibles como "la torre del holocausto", "el jardín del exilio" y la desgarradora "void void". Aquí el horror le atraviesa a uno el cuerpo.
Por ultimo, el tercer imperdible es el "Monumento al Holocausto". Son  2711 bloques de hormigón de diferentes alturas que recuerdan a los judíos asesinados en Europa durante la segunda guerra. Está muy cerca de la puerta de Brandenburgo y a pesar de que el lugar es un imán para niños, se siente el ambiente sobrecogedor que lo rodea.

Zona de la muerte - Museo del Muro de Berlín 

Memorial Muro de Berlín
La historia del muro se cuenta en varias partes de la ciudad pero hay dos lugares que son totalmente imprescindibles. La East Side Gallery y el monumento al muro en el vibrante barrio Mitte. Este último es en mi opinión el lugar perfecto para entender y empaparse de la realidad que dividió a Alemania en dos por varias décadas. Con la estación de metro Nordbahnhof ahí mismo es muy fácil llegar y tiene la gracia de ser un lugar en donde no se ven multitudes. La primera parte es un jardín abierto en donde hay restos originales del muro con una potente intervención de fierros que lo proyectan. Esto le permite atravesar de un sector al otro; precisamente lo que estaba prohibido en los años de la división. En el espacio en donde estaba la zona de la muerte hay un jardín que tiene paneles con historias e información. Esta zona es bien grande y se puede recorrer con el respeto y solemnidad que requiere el lugar. Hay un panel que recuerda a varios de quienes murieron intentando cruzar, sorprende ver algunos niños. Para construir el muro en esta zona se arrasó con un cementerio y una iglesia, verá un par de cruces que están ahí en recuerdo de eso y también por la posibilidad que sigan habiendo cuerpos enterrados bajo tierra. Al lado de esto hay una zona que replica exactamente como era el muro. Se ve la zona prohibida o de la muerte, el segundo muro y su torre de control. La vista perfecta se obtiene desde el último piso del museo que está al frente y cuya visita es lo mejor sobre el tema. Con imágenes reales, fotografías e historias logran dar la información completa para tener una idea exacta de como se vivía y sobrevivía en la Alemania dividida. La muestra termina con un emocionante video de la caída del muro, es habitual ver gente emocionada hasta las lagrimas en esta parte de la exposición. Al salir no deje de visitar la capilla de la reconciliación construida el año 2000 y que reemplaza la iglesia que los alemanes de la RDA botaron para construir el muro.
La ruta lógica nos lleva desde aquí a recorrer el variado y entretenido barrio Mitte. Si bien este es el nombre del distrito del centro histórico de la ciudad, éste se subdivide en 6 barrios, uno de los cuales es homónimo al distrito. El que fuera el corazón de Berlin Oriental, ahora es el barrio joven, entretenido, de tiendas y restaurantes, donde todo el mundo quiere estar. A pesar de que el epicentro es la Alexander Platz, a la cual yo no le encuentro gran atractivo, el barrio ha ido tomando vuelo algo más hacia el este. Las calles Munzstrabe, Neue Schonhauser y Rosentnthaler Strabe están repletas de tiendas de todo tipo, desde las enormes marcas hasta pequeños emprendimientos locales. Todo esto en un ambiente joven y entretenido, rodeado de cafés, heladerías y restaurantes. Imperdible Rosenhofe, una especie de galería repleta de tiendas entretenidas y rincones para descansar con un café, una cerveza o el almuerzo. Ver la famosa torre de televisión es un must por su importancia histórica. Se levantó en 1969 para demostrar la superioridad del comunismo sobre el capitalismo. Con sus 368 metros de altura es todavía la estructura mas alta de todo Alemania. Se puede subir al observatorio, yo no lo hice porque encuentro que las ciudades con grandes edificios ganan desde la altura pero en las planas no es tan notable. A solo un par de cuadras hay un Hofbrau (https://www.hofbraeu-wirtshaus.de/berlin/), el famoso restaurant originario de Munich. Comida típica alemana, música en vivo y cervezas de litro, mi definición del paraíso
Catedral de Berlín

Catedral sobre el rio Esprea
A un par de cuadras está la rivera del rio Esprea, que como atraviesa la ciudad fue en muchos puntos frontera entre las dos Alemanias. A pesar de su protagonismo, es curioso que muchos turistas no conocen su nombre, sin embargo, tanto locales como visitantes llenan sus orillas que a la altura de Mitte forma un gran biergarten (lugar abierto en donde tomarse una cerveza). Al frente se alza imponente y maravillosa la Catedral de Berlin. Las vistas de su frente y su parte trasera son tan distintas como preciosas. Un aire dramático la rodea por el contraste de colores entre la cúpula, el rio y el cielo. Imperdible su altar de mármol blanco y ónix amarillo aunque lo realmente inolvidable son los 270 escalones que lo llevan a la cúpula. La catedral se encuentra en una isla en medio del rio conocida como "La Isla de los Museos". Este es probablemente el conjunto de museos más importante del mundo. Compuesto por el Pérgamo, el Museo Nuevo, la Antigua Galería Nacional y el Museo Bode; fueron declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco. Si bien el Pérgamo es el más visitado, yo le aconsejo informarse bien y elegir cual visitar. Entrar a todos puede agotar a cualquiera e implica más de un día solo de museos, lo que en mi opinión es mucho. Horarios e información en https://www.disfrutaberlin.com/isla-museos
Cúpula del Reichtag

Torre de la Victoria - Tier Garten
En este lado de la ciudad hay mucho por visitar. Sin duda su mayor atractivo está en la Puerta de Brandenburgo. Este arco neoclásico inspirado en la Acropolis de Atenas es un ícono de la ciudad desde 1788. Si bien la actual es una replica porque la original fue destruída por los bombardeos de la guerra, no pierde su imponencia y belleza. Durante el oscuro período de división de Alemania, la puerta quedó en zona neutra. No era ni de la RDA ni de la RFA, perdiendo toda su figuración; pero la misma noche del 9 de noviembre de 1989, cuando cae el muro, la puerta recupera su sitial y hoy brilla mas que nunca. Epicentro de la actividad local y turística es un buen punto para empezar o terminar el día. A su lado el precioso Reichstag, parlamento Alemán, un antiguo edificio que fue reconstruido con la caída del muro agregándole una impresionante cúpula de vidrio que se puede visitar. El acceso es gratis pero debe ser previamente autorizado vía mail en https://www.bundestag.de/en/visittheBundestag. Es importante tener en cuenta que todos quienes vayan deben tener una identificación (pasaporte o ID) para poder entrar. La vista de la ciudad es preciosa a la hora de la puesta de sol, especialmente sobre el Tier Garten (el Central Park Berlinés). Se ve claramente la maravillosa Torre de la Victoria en su parte central. Esta fue construida para conmemorar la victoria de Prusia sobre Dinamarca. Aquí también se puede subir y apreciar la vista.
Check Point Charlie

Bebelplatz Memorial
Edificio de la Nueva Guardia
Antes o después, dependiendo el itinerario es imperdible el paseo por la Unter den linden (bajo los tilos), una de las principales avenidas de Berlín. No dejar de ver el edificio de la opera, la Catedral católica de San Eduvigis y la Plaza de la Bebelplatz. Aquí el 10 de mayo de 1933 la plaza fue escenario de una quema masiva de libros por parte de los nazis. Para recordar este hecho en el centro de la plaza hay una vitrina hundida con varios estantes de libros vacíos. Un monumento pequeño y simple frente a un hecho horroroso. Para terminar en esta calle deténgase unos minutos a ver el Edifico de la Nueva Guardia, una pequeña edificación neoclásica que alberga una escultura de una madre con su hijo muerto en brazos. Desgarradora imagen que busca homenajear a las víctimas de la violencia en el mundo. Desde este lugar puede caminar unas pocas cuadras al emblemático Check Point Charly, uno de los 12 puntos fronterizos oficiales entre el este y el oeste que era controlado por los Americanos. El museo es muy completo (y la tienda más) y se mantiene en el lugar la caseta original de la época con unos muy poco originales soldados que se sacan fotos por un par de euros. Si anda con su pasaporte, si lo timbran aquí por otro par de euros. En esta esquina hay varios museos sobre el muro y la guerra fría, elija bien donde invertir su tiempo.
En lo personal, el museo oficial me pareció demasiado largo y me gustó más el panorámico que está al frente, especialmente si va con niños. Si todavía queda energía no se pierda la Postdamer platz, que tiene un pasado céntrico y bullicioso que terminó con la división de la plaza por el muro. Hace poco fue renovada con atractivos edificios, un mirador y un tremendo mall en donde se pueden hacer compras o bien parar por un café o cerveza. Es otro de los epicentros de Berlín.


Hauptbahnhof 

Red de metro de Berlin
Hablemos del metro, el verdadero sistema venoso de la ciudad, con líneas subterráneas y elevadas, interconectado con todo el sistema ferroviario de la ciudad. Su primera linea data de 1902 y el sistema contempla hoy un intrincado y muy bien conectado número de lineas. Recomiendo bajar la aplicación para celular que facilita mucho su uso. El ticket se compra en máquinas que están los accesos de la estación y debe validarse en el anden. Nunca nos tocó ver fiscalizadores pero el sistema funciona, la gente paga y lo cuida. Muy útil para recorrer una ciudad de estas dimensiones, con tantas atracciones y pocos días para hacerlo. Hay tickets unitarios y en set. Se ofrece una tarifa rebajada para niños desde los 14 años hacia abajo. No deje de conocer la estación central, Hauptbahnhof, que en los 70.000m2 de sus cinco plantas ve pasar diariamente alrededor de 240.000 personas en los 1500 trenes o metros que aquí se detienen. Es una obra de ingeniería impresionante.


Oberbaumbrucke

"El beso mortal"
Graffiti del chileno Cesar Olhagary

Algo más alejado del centro pero a unas pocas estaciones de metro se encuentra la East Side Gallery. Una zona en donde 1.3 kilómetros de muro ha sido intervenida con graffitis de artistas de todas partes del mundo. Probablemente el más famoso es "El beso mortal", del artista ruso Dimitri Vrúbel, que inmortaliza el famoso beso fraternal socialista entre  Honecker y Brezhnev. Precioso es el del chileno Cesar Olhagaray que tiene varios murales en Berlín y este destaca de manera importante en la East Gallery. Su visión es muy particular ya que él vivió muchos años en Berlín (RDA) y estaba ahí cuando el muro cayó. No pueden dejar de visitar el Oberbaumbrucke que está en uno de los extremos de la galería. Es un puente de doble altura que cruza el rio Esprea y que fue uno de los puntos de frontera importantes durante la Alemania dividida. Solo en 1994 se abrió su uso peatonal, antes era para automóviles en el nivel inferior y metro en el nivel superior. Si bien su diseño ha cambiado a lo largo del tiempo, su actual estilo gótico y sus rojos ladrillos entonan perfecto con verde del rio y el gris de la ciudad.
Neue Kirche

Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm
No puede irse de Berlín sin darse una buena vuelta por el barrio de la Kurfurstendamm, una de las calles comerciales más importantes y concurridas de la ciudad. Corazón del Berlín Occidental, sigue teniendo mucho movimiento en la actualidad. Además de muchas tiendas encontrará en este barrio el zoológico de Berlín, el más visitado de toda Europa. A media cuadra se encontrará con la impresionante Iglesia memorial Kaiser Wilhelm. Construida en 1891 en honor del Kaiser Guillermo fue duramente golpeada por los bombardeos de la segunda guerra. Si bien hubo planes para demolerla, se decidió dejarla intacta y transformarla en un memorial que recuerde la insensatez de la guerra. En su interior hay una breve exposición sobre el bombardeo que vale la pena conocer. Al lado esta la Iglesia Nueva (Neue Kirche), hecha entera con vitrales azules da una sensación de tranquilidad y de eternidad única.
En la zona hay muchos restaurantes, en mi opinión el mejor es el Dickie Wirtin (http://www.dicke-wirtin.de/). Comida típica alemana casera en un ambiente de pub, entretenido e informal. No espere atención amable ni inglés fluido, pero créame que vale la pena comer aquí. Si busca una hamburguesa rápida para el almuerzo le recomiendo el híper informal Tommi's Burger Joint (https://tommis.is/?location=_de), con un ambiente relajado, entretenido y una comida inolvidable. Para comer hamburguesas algo más sofisticadas vaya a The Butcher, tiene un ambiente más ondero y nocturno, con un menú distinto y exquisito. Vale la pena la habitual espera.
Río Esprea
Aunque en mis dos visitas a Berlín nunca he ido, muchos dicen que visitar Postdam es un imperdible. Es la capital del estado de Brandenburgo y sus enormes parques, jardines y castillos han sido nombrados patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Yo lo tengo en mi lista de pendientes, espero conocerlo luego. Como Berlin es una ciudad para mínimo 3 días completos,  si quiere ir a Postdam considere un cuarto. El metro es la manera más cómoda y fácil para llegar ahí. Ahora, si le sobra medio día en Berlín, inviértalo en el río Esprea. Siempre es buena idea recorrer la rivera de un río central en una gran ciudad. Puede hacerlo caminando por sus orillas y recorriendo sus múltiples biergarten o bien tomando un bote turístico que junto con el paseo le dará información histórica sobre la ciudad.


Riviera del río Esprea
Hay mucho que ver en Berlín. Mi recomendación es imprimir un mapa y marcar ahí las cosas que son de su interés, de esa manera puede trazar itinerarios cómodos y adecuados para su tipo de viaje. 

¡Cross check y reportar!




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miércoles, 7 de junio de 2017

Ruta Romántica Parte 3...Rothenburg ob der Tauber


Rothenburg ob der Tauber y yo nos enamoramos a primera vista.  Créanme, no hay un pueblo más lindo en la ruta romántica.  Son alrededor de 40 minutos desde Wurzburg, aunque dependerá si toma la ruta romántica o la carretera. Recomiendo la primera que va bordeando un río con paisajes maravillosos.  Formalmente en la ruta hay 3 pueblos antes de Rothenburg que nosotros no vimos, nuevamente es cuestión de tiempo y de elecciones.

Los primeros intentos de formar un pueblo en la zona datan del año 970 pero recién en el siglo XIV se asienta aquí, en la parte alta de un cerro, sobre un valle por donde corre el Río Tauber.

Vista al valle desde el Burggarten en Rothenburg ob der Tauber
Las afueras del pueblo son como cualquier otro, con tiendas grandes y bastante movimiento pero cruzando el muro es otra cosa.  Pareciera que al atravesar ese arco de piedra uno retrocede 600 años automáticamente.  Rothenburg es de los pocos que quedan 100% amurallados. Ojo que entrar en auto tiene sus limitaciones, las cuales nosotros pudimos obviar ya que nos alojábamos en un hotel dentro del pueblo. No puedo no detenerme en este punto, tengo que reconocer que nos dimos hartas vueltas con la elección del hotel y no pudimos estar más acertados.  Aquí no se ven cadenas de lujo ni hoteles internaciones.  Todo es local lo que lo hace mucho mas atractivo.

Hotel Herrnscholösschen
Nos alojamos en el Hotel Herrnschlösschen, una maravilla. Desde que llegamos todo fue perfecto. Nos recibieron con mucha calidez, ofreciéndonos consejos para aprovechar al máximo el tiempo y acompañados de una copa de champaña en el jardín. Nos dieron una pieza de cuento, todo preciosamente puesto y con baño recientemente remodelado.   El desayuno, que está incluido, lo sirven en el jardín trasero.  La misma niña encantadora que nos hizo el check in nos ofreció el desayuno (a lo circo pobre) preciosamente presentado. La ubicación del hotel no puede ser mejor.  A una cuadra de la plaza central donde está la municipalidad y a un par de cuadras del Burggarten.  Este precioso jardín se ubica en donde alguna vez hubo un castillo y es el lugar perfecto para ver el atardecer con la ciudad amurallada en la espalda y el fantástico valle de Tauber en frente.  Hay muchos bancos para instalarse a disfrutar del escenario.  

Muralla de Rotenburg
La muralla que rodea el pueblo tiene una longitud de 5km, perfectamente caminable.  Para que les digo las vistas que ofrece tanto hacia el valle como hacia la ciudad.  Sus torres de vigilancia se encuentran intactas y a la mayoría se puede subir.  También se puede recorrer el muro parcialmente e ir metiéndose entremedio de las calles de este pueblo que aunque es bien chico, tiene muchos atractivos.  Imposible no nombrar las iglesias, que son impresionantes en Alemania especialmente por la sencillez de sus naves y lo ostentoso de los altares.

Guia del Tour Nocturno en Rothenburg
El otro atractivo son las tiendas, en su mayoría con productos navideños ya que este pueblo tiene unos de los mercados navideños más importantes de Alemania.  Por supuesto que hay tiendas con souvenirs y también con productos locales.  En las tardes, creo que a las 8pm hay un guía que ofrece tours nocturnos por la ciudad, un personaje este hombre.

Comer fue para mi más difícil, la oferta no es muy amplia y el menú muy local.  Embutidos, cerdo y mucha cerveza es lo que más se ve.  Confieso que nunca vi a mi marido comer tan contento. ¡Ah! que no se me olvide, en Alemania la  propina no es algo usual, en muchos lugares no se usa o es muy baja. 

Para la mañana siguiente, antes de partir, dejamos el último must de Rothenburg, subir a la torre de la alcaldía que está en pleno Marktplatz (Plaza del Mercado).  Subir es una hazaña, no solo porque son varios pisos sin ascensor sino porque en algunas partes es tan estrecho que uno a penas pasa.  Al llegar arriba el vértigo es feroz pero por la vista vale la pena.  Les anticipo que la torre se bambolea y uno que tiene cultura sísmica solo piensa por donde arrancar.  
Más información sobre Rothenburg en: https://tourismus.rothenburg.de/index.php?id=816

Al dejar Rothenburg, el hotel nos trajo el auto (que no puede quedarse dentro del pueblo) con botellas de agua helada y mapas para el camino.  Nunca me trataron con tanta delicadeza.  Salimos alrededor del medio día en dirección a Dinkelsbül, otro pueblo amurallado pero de  un tercio del tamaño del anterior.  

Dinkelsbül

Al llegar inmediatamente destacan las torres de su muro. Son varias y con estilos bien diferentes, hay que verlas todas, se puede hacer en poco tiempo.  Después de caminar por sus calles y recorrer parte de su muro, subimos a la torre de la Iglesia de Sankt Georg. Un par de euros y mucha energía se necesitan para subir los alrededor de 300 peldaños que lo llevan a la parte alta de la torre. Les aviso que las piernas quedan tiritando un buen rato.  A la vuelta recorrer la nave es una buena alternativa, no solo para ver su precioso altar sino para tomar algo de aire fresco en verano.  Los alemanes ocupan muy poco (o casi nada) el aire acondicionado, totalmente opuesto a los americanos que lo ponen hasta en las plazas. 



Nordlingen altstadt
Después de almorzar partimos hacia nuestro siguiente destino: Nordlingen. Media hora separa ambos pueblos. Al llegar allá nuevamente nos recibe un muro intacto.  Un pueblo de tamaño mas grande y con una perfecta forma circular en donde se agradece un poco más de brisa. Tengo que decir que no esperaba 34 grados en agosto. Otra iglesia preciosa con el nombre de St. George y sus 300 peldaños dejaron mis pies al borde de la huelga.  

Nordlingen

No le cuenten a nadie pero entre nosotros, aquí se hizo necesario un helado para recobrar energía y lograr ver algo de la muralla.  El lugar es precioso pero a esta altura de la tarde el cansancio arrecia y las fuerzas flaquean.


Al salir del precioso y desarrollado Nordlingen nos fuimos directo a Augusburg, una ciudad universitaria en la mitad de la ruta romántica.  Elegimos pasar la noche aquí porque tiene un hotel impresionante que era justo lo que mi agotado cuerpo necesitaba.

Si bien comimos rico y nos impresionamos con lo joven de su población (mérito de la Universidad), solo la usamos como albergue para pasar la noche y recuperar energía para nuestro tercer día, del cual les contaré la próxima semana.

Aunque yo llevaba todo bastante estudiado, recomiendo mucho usar el mapa en papel de la ruta. Se consigue en cualquier hotel y es realmente práctico. Para estudiar antes de partir recomiendo, además del sitio oficial de la Romantische Strasse este otro sitio que tiene información practica y ordenada de cada pueblo:  http://www.romanticroadgermany.com/  Aquí verán que hay algunos pueblos que yo no visité y que si disponen de más tiempo ustedes puedan estar interesados en conocer.

¡Cross Check y reportar!