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miércoles, 19 de junio de 2019

Punta Cana: vacaciones en un todo incluido


Paradisus Palma Real - Playa Bávaro

Todo el mundo merece un buen "todo incluido" en la vida. Si bien no soy fanática de este tipo de vacaciones, a veces es exactamente lo que necesito. Algunos días en los que haya mínimas decisiones que tomar y las elecciones sean entre el paraíso versión A y el paraíso versión B. Descanso garantizado, tiempo en familia, amigos o pareja y para rematar, el clima perfecto. Este año elegimos Punta Cana por sobre el resto de las alternativas con este tipo de vacaciones por varias razones. Primero, vuelo directo ida y vuelta. Siete horas de vuelo desde Chile en dreamliner, un avión del que ya les he contado sus beneficios, especialmente en  lo que tiene que ver con presurización y turbulencias. Otro punto a favor es que Punta Cana ha tenido menos algas que el resto del caribe en los últimos años y las maneja de mejor manera. También fue importante para nosotros lo cerca que está el aeropuerto de la mayoría de los hoteles, es traslado es de alrededor de 20 minutos. Finalmente, la cantidad y variedad de hoteles que ofrece es enorme, hay para todos los gustos y para todos los presupuestos. 

Paradisus Palma Real
Hotel Barceló Bávaro Palace Deluxe
Sin duda elegir hotel es la clave de las vacaciones todo incluido. Mi primer consejo es tomarse esta parte del proceso con calma y dedicarle tiempo. Pregunte a gente de gustos similares a los suyos, mire los sitios web y siempre lea los comentarios de tripadvisor que son bien agudos y específicos. Hay hoteles para todos los gustos y he podido comprobar que en general se especializan en un tipo de pasajero, por lo que es importante encontrar el adecuado para uno. Le entrego algunos puntos importantes a tener en cuenta al momento de elegir. Primero el presupuesto, hay hoteles de todos los precios y dentro de cada hotel hay bastante variedad de habitaciones. Muchos hoteles medianos y grandes tienen alternativas de servicios exclusivos (en general solo para adultos) dentro del mismo hotel. Piscinas y restaurantes privados por un "módico" costo adicional. Esta decisión la puede tomar acá o allá, no se estrese, créame que se la ofrecerán en cuanto ponga un pie en el hotel. Los hoteles más chicos, tipo boutique, son ideales para ir en pareja pero son más caros que los grandes. Si bien no ofrecen gran equipamiento la calidad del servicio y la comida es muy superiror.
Si va en familia es recomendable fijarse en la infraestructura del resort, cuantas piscinas tiene, clubes de niños, entretención, movilización interna, restaurantes, spa entre otros. Los hoteles grandes tienen impresionante infraestructura en enormes terrenos lo que implica traslados internos que pueden ser largos y cansadores si los hace caminando. Este es un tema importante a tener en cuenta a pesar de que la mayoría de los hoteles cuenta con transporte interno. La mayoría de los hoteles tiene clubes de niños y guardería pero siempre es importante chequearlo en caso de que usted necesite este tipo de servicios. Si va con niños muy chicos yo recomendaría el hotel Barceló Bávaro Palace Deluxe. Su infraestructura en general es impresionante, pero lo que lo hace más atractivo es la amplia variedad de espacios para niños. No solo tiene una enorme piscina exclusiva para ellos, si no también un barco pirata con toboganes y una piscina con olas. El resort tiene cancha de golf además de muchos restaurantes y piscinas. Como el hotel es enorme, existe un sistema de traslado interno en un "trencito" que pasa de manera regular por varios puntos del hotel.

Playa Bávaro

Otro punto importante es la playa. Dentro de un mismo destino la playa puede ser distinta. En Punta Cana siempre he ido a la playa Bávaro y me encanta pero hay otras alternativas cerca. Cap Cana está igual de cerca del aeropuerto y bastante de moda en el último tiempo, hay que darle una mirada también. 

Teppanyaki
La comida es otro aspecto a tener en cuenta. La mayoría de los hoteles medianos y grandes tiene un par de buffet y varios restaurantes temáticos. En mi experiencia, la comida en los todo incluido rara vez es soberbia. Si bien la atención es bastante buena (salvo en los buffet que en general es deficiente) la comida, en general no es el punto fuerte. Sin embargo, hay hoteles en donde claramente hay más empeño en este punto que en otros. Me da la impresión que mientras más grande el hotel, menos sabrosa es su comida. Mi experiencia culinaria ha sido mejor en los dos hoteles Paradisus a los que he ido que en el Barceló.
Parilla Playera del Paradisus Palma Real
Esto a pesar de que había menos alternativas y su buffet era más chico. Me pareció muy cómodo que tuviera una parilla durante el día en la playa, con un servicio bien básico de hot dog, hamburguesas, pollo y papas fritas. Ideal para un almuerzo rápido o un snack entre comidas. En el Bávaro hay un restaurant con comida de este tipo pero está lejos de la playa lo que lo hace poco práctico para el día pero muy bueno para un snack de última hora. El sistema de reservas para comer estaba considerablemente menos colapsado en el Paradisus, en el Barceló era bien caótico y se perdía mucho tiempo en eso.  Cuesta entender que los todo incluido no tengan del todo resuelto este tema que es tan cotidiano.
Bar en Paradisus Palma Real
En cuanto a los bares debo decir que los tres hoteles en que he estado en Punta Cana tienen buena cantidad de bares, están muy bien atendidos y la calidad de sus tragos es similar. Los dominicanos entendieron bien que un bar entretenido, rico y con ambiente es parte vital de las vacaciones. No espere tragos de enorme calidad pero hay gran variedad de tragos ricos y refrescantes, ideal para el clima.
Otro punto importante a tener en cuenta es el ambiente. No es lo mismo ir de luna de miel, con niños chicos o en familia con hijos grandes. Los hoteles en general privilegian un ambiente y es bien fácil notarlo. Los hoteles enormes son los preferidos de las familias con niños chicos, los medianos en general tienen un publico con menos niños y mas jóvenes y los hoteles chicos son ideales para ir en pareja. Ahora, si lo suyo es carrete, vaya a un Hard Rock, ahí la fiesta no para y el ambiente es casi exclusivo de adultos. 
Para algunos, los espectáculos nocturnos son otro tema importante al momento de elegir hotel. La playa cansa y da hambre con lo que los horarios habituales generalmente se ven alterados. Uno tiende a comer más temprano y queda tiempo para entretenerse. El Barceló tiene un enorme anfiteatro con shows de alta gama, no es Broadway pero los espectáculos son bastante buenos. El Paradisus Palma Real en cambio tiene otro modelo. Si bien tiene un salón con escenario, nunca nos tocó un show ahí. En cambio, todas las noches había pequeñas entretenciones diferentes. Algunas veces fue un show de tipo circense, otras veces era una feria dominicana, show de luces, o simplemente una banda tocando buena música para bailar. Lo que más me gustó de esto, era que muchas veces armaban un buffet en la playa, para comer con los pies en la arena, un viento suave y cálido. Con el ruido de las olas, el ambiente no puede ser más perfecto.  


Parasailing
Respecto de los panoramas no hay mucho de que preocuparse porque la oferta local tiende a llegar de manera muy eficiente y equitativa a todos los hoteles. Si bien está el clásico nado con delfines, mantarrayas y tiburones, el panorama preferido de los turistas es el parasailing. Un paracaídas que tirado por una lancha lo pasea por el borde costero. Se puede elegir ir alto, muy alto o bajar a tocar el agua. Los tipos son expertos y el panorama es inolvidable, no solo por la vista, sino también por la adrenalina. Hay un acuerdo entre los operadores de tours de no invadir el espacio de descanso de los turistas y por eso se paran a orilla del mar para ofrecer sus servicios. Además de esto, todos los hoteles los tienen instalados en partes visibles del resort para poder contratar las diferentes actividades. En lo personal, creo que el mejor panorama de Punta Cana es disfrutar de su preciosa playa, cálido mar, arenas blancas y buen servicio.
Darse una vuelta por el gimnasio a matar las culpas no es mala idea. Si bien parece que poca gente lo hace, ya que en mi experiencia, los gimnasios son bastante chicos y nunca están llenos. Siempre tienen maquinaria de primera linea y algunos minutos quemando calorías pueden darle tranquilidad a la hora de la comida.
El spa es otro lugar que siempre vale la pena conocer. Si bien los servicios nunca están incluidos en el precio y su costo tiende a ser bastante elevado, un rico masaje siempre es buena idea. También es una alternativa para alejarse del bullicio y exceso de gente que habitualmente hay en estos hoteles. 

Paradisus Palma Real


Uno de mis panoramas preferidos es salir a caminar por la playa a la hora del atardecer. En ese momento el calor baja y el viento normalmente sube un poco. El panorama se tiñe de romance y el mejor color del día no solo para las fotos sino simplemente para disfrutarlo. Son las condiciones perfectas para caminar descalzo por la orilla de la playa, conocer hoteles vecinos, mirar la artesanía local y hacer un poco de ejercicio. Si tiene suerte, como yo, y le toca la luna llena el panorama ya no puede ser más perfecto. Volver justo a la hora del aperitivo después de una buena conversación es el final perfecto. También se puede pasear por las instalaciones del hotel. Los jardines en general están muy bien cuidados y son un bonito paseo. En la zona hotelera se han puesto malls y conocidos bares buscando sacar a los turistas de su relajo. Yo no creo que este sea el destino ni el tipo de vacaciones para ir de compras y honestamente dudo que valga la pena pero si le interesa, normalmente los hoteles tienen traslado gratuito a estos lugares.

 
Las ventajas de un todo incluido son bien evidentes. El descanso esta prácticamente garantizado. No hay muchas decisiones que tomar por lo que es un destino ideal para ir en familia o con un grupo de amigos. Hay actividades para todos los gustos y si solo quiere tenderse a disfrutar del sol o un buen libro no hay ningún problema. Aquí el lema es relajarse sin culpa. 

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martes, 29 de mayo de 2018

Conociendo el fin del mundo (Cascais, Sintra y mucho más)

Cabo da Roca
Las playas de Portugal tienen fama mundial. Su costa bañada por la inmensidad del Océano Atlántico ofrece enormes y variadas alternativas a los amantes del mar, arena y sol. La buena noticia es que si está en Lisboa y tiene solo unos pocos días, alcanza a conocer una preciosa zona playera muy cerca de la ciudad. Cada 20 minutos sale desde la estación Cais do Sodre, en el centro de Lisboa, un tren que se va por la costa hacia la maravillosa Cascais. Es un trayecto de media hora en que sutilmente el paisaje va cambiando desde la ajetreada y repleta ciudad al suave oleaje de las olas sobre la playa.
Cascais
Cascais fue originalmente un pueblo pesquero, pero cuando a mediados del siglo XIX el rey Luis I lo eligió como su lugar de vacaciones, el lugar se transformó entonces en destino preferido de familias adineradas y de alta sociedad. Hoy es el balneario predilecto de portugueses y extranjeros en la zona. Un verdadero hormiguero durante el verano pero que el resto del año ofrece un ritmo de vida como de otro siglo, pausado, tranquilo, cálido y amable. Con excelente infraestructura hotelera, buenos restaurantes y estratégica ubicación, este lugar es el ideal para usarlo de centro de operaciones en la zona.

Costanera de Cascais
Un fin de semana es perfecto para recorrer el lugar. Todo se puede hacer caminando aunque muchos eligen hacerlo en bicicleta por la excelente infraestructura que hay para seguridad y tranquilidad de los ciclistas. Si bien recorrer el pueblo es interesante, el mayor atractivo para mi está en su costanera. Con unos 5km de extensión se pueden recorrer las playas y los acantilados, todo acompañado de la brisa marina y un paisaje único. A toda hora se ven decenas de personas que sin ningún apuro aprovechan la amplia vereda para dar paseos a la orilla del mar. Desde el hotel Grande Real Villa Italia (http://www.granderealvillaitalia.realhotelsgroup.com/en#.Ww28xVOFOi4) puede acceder a ella solo cruzando la calle. El hotel tiene una ubicación privilegiada y su atención es como de 7 estrellas. Muy buen lugar para descansar en Cascais. Excelente infraestructura, deliciosos restaurantes y ese ritmo pausado que caracteriza a este lugar. Una parte del hotel fue la residencia de Humberto II, el último rey de Italia. Alojarse aquí no es dormir en cualquier parte.
Boca do Inferno
A pocos metros del hotel está la Boca del Infierno, uno de los puntos turísticos más atractivos de Cascais. Una formación rocosa situada entre acantilados que forma un escenario de profundo dramatismo y belleza. La mejor hora para visitarlo es la puesta de sol, sin embargo a toda hora verá animados caminantes en esa dirección. Una placa recuerda cuando este lugar estuvo en varios titulares en Europa, a propósito de un mago que fingió su muerte aquí. Hay en el lugar un par de cafés para comer y tomar algo al paso.
Centro de Cascais

Reconozco que tengo la mala costumbre de buscar siempre el parecido de un nuevo lugar con algo que ya conozca. Eso es muy difícil en Cascais, es demasiado único como para parecerse a otro lugar. Terminé llegando a la conclusión que Portugal es un país con identidad muy propia, excepcional y singular. El pequeño centro histórico de Cascais es una buena muestra de esto. Recorrerlo le tomará a penas media mañana. El resto del tiempo se lo puede dedicar al museo Condes de Castro, el Palacio de la Ciudadela, la fortaleza de Nuestra Señora de la Luz y el parque Merechal Carmona. No destine tiempo a la Marina que no vale la pena.  Todo está muy cerca y el caminante es sorprendido en cada rincón con postales inolvidables de un tiempo pasado que a muchos ojos fue mejor, más tranquilo, más glorioso y más feliz.
Rincones de Cascais

Indiano Nepales
Hay muchos lugares para comer en Cascais, partiendo por los restaurantes de los hoteles más elegantes, la mayoría de los cuales ofrece además de una excelente carta una vista preciosa al mar. El famoso Furnas do Guincho tiene una ubicación espléndida y una comida inolvidable. Su ambiente en exceso iluminado fue decepcionante pero se olvida con los sabores únicos de sus platos. El que consideré un diamante en bruto, fue el Indiano Nepales, no lo encontrará más que en la aplicación de el Tenedor y créame que vale la pena. Una especie de pequeña fuente de soda, con precios ridículamente baratos, una comida para no olvidar y una atención que nos hizo terminar abrazando a la única mesera de este sorprendente lugar. Solo dos personas trabajan aquí, la mesera que es originaria de Nepal y el chef que es indio, ambos hablan escaso inglés pero logran comunicarse. Es un verdadero placer ser parte del emprendimiento de gente trabajadora, con ganas de salir adelante y que deja lo mejor que tiene en cada cosa que hace. Una experiencia inolvidable. 

Si bien dentro del pueblo las distancias invitan a caminar, en las noches usamos mucho uber, hay buena disponibilidad de autos, los choferes son muy profesionales y los precios razonables. Sin embargo le recomiendo arrendar auto por un día, básicamente para recorrer la costa hacia el norte. Si bien nosotros teníamos la intención de arrendar motos para hacerlo, desistimos por la amenaza de lluvia y la recomendación del hotel que nos dijo que la ruta era solo para motociclistas expertos.
Debo decir que fue un acierto, el camino es angosto, con mucha curva y pendiente. El objetivo principal de este paseo es conocer Cabo da Roca, el punto más al oeste de toda Europa y que fue considerado el fin del mundo hasta el siglo XIV. El monolito que marca este espectacular punto dice "aquí donde se acaba la tierra y comienza el mar", una poética manera de llamarle al tenebroso concepto del fin del mundo. El escenario es perfecto para sentir la inmensidad del mar y cuanta valentía tuvieron esos descubridores para dejarlo todo atrás y lanzarse en la loca aventura de descubrir. Se respira aquí inmensidad; en la fuerza de las olas cuyo sonido trepa por los acantilados, en los ojos que se pierden en un horizonte que parece infinito y en las rocas que de alguna manera pareciera que quieren protegernos de quienes osaran invadir estas tierras tan calmas pero a la vez dramáticas. La sensación es potente y el paisaje, insisto, único. Se puede caminar por algunos senderos peligrosamente desprotegidos pero con prudencia puede volver con fotos magníficas y una experiencia inolvidable. Si no arrienda auto, hay una micro que sale desde al lado de la estación de tren de Cascais y que lo deja aquí mismo. Es el recorrido 403 que después de llegar aquí, va a Sintra. De todo lo que vimos en la zona, esto fue lo que a mi más me gusto. Realmente es un lugar que invita al silencio y la reflexión, uno no se va de aquí igual a como llegó.
Playa Cresmina (Guincho)
En el recorrido de vuelta puede visitar varias playas, destaca la  Grande do Guincho y la de Cresmina, ambas un paraíso para surfistas que en toda época del año vienen a correr olas a este lugar. Le recomiendo almorzar o tomarse un trago en el hotel Fortaleza do Guincho (http://www.fortalezadoguincho.com/en/). Una antigua fortaleza remodelada como hotel boutique que tiene vista a ambas playas y está emplazado casi colgando en las rocas, sobre el mar.

Sintra
Jardines del Palacio da Pena
Para ir a Sintra no considere ir en auto. No hay donde estacionarlo, literalmente. Llevarlo se transforma en un problema y por eso es que lo mejor es tomar el bus. Puede ser el 403 que hace la ruta vía Cabo da Roca o bien el 417 que va directo en media hora. El bus se paga al momento de subir, es cómodo y puntual. Ambos buses lo dejan en la estación de tren que está a pocos metros del centro del pueblo. Le advierto que Sintra tiene microclima, en general, bastante mas helado que sus pueblos vecinos. Vientos montañeses lo tienen a uno buscando el sol como una lagartija. Su principal atractivo está en el Palacio de la Pena y el Castillo de los Moros, ambos encumbrados en los cerros del Parque Natural de Sintra Cascais. Si bien hay varios que se lanzan caminando desde el pueblo, a mi me pareció una pérdida de energía innecesaria. Hay un bus del transporte público que lo lleva por 5 euros, claro que la fila es larga y el bus va repleto, no parece ser una travesía muy cómoda. Por el mismo precio hay decenas de carro motos que lo llevan muy cómodo y en la mitad del tiempo. Las entradas las puede comprar on line (https://www.parquesdesintra.pt/es/parques-jardines-y-monumentos/parque-y-palacio-nacional-de-la-pena/) o en el pueblo. Evite comprarlas en el palacio porque las filas pueden ser enormes. Además de recorrer el Palacio, que es un icono a la arquitectura romántica, es muy recomendable recorrer sus jardines. Esto toma tiempo y planificación. En el link de las entradas se puede obtener toda la información necesaria. Le recomiendo llegar temprano, hay mucho que ver y recorrer.
Palacio da Pena
El castillo de los Moros está muy cerca, fácilmente caminable, lleve zapatos planos, todo esto está emplazado en un cerro con bastante inclinación. Sus ruinas me parecieron más atractivas que el Palacio de la Pena que pierde un poco su encanto por la grosera cantidad de turistas que lo inundan. La visita se hace tediosa porque el ritmo de los visitantes es lento y la cantidad que hay hace muy difícil ir adelantándose. Valen la pena las vistas del valle y del vecino palacio de los Moros.
Torre invertida
Aunque era imperdible, nosotros no tuvimos tiempo de ver la torre invertida que está en el Palacio de Regaleira. Una buena razón para volver a este mágico lugar inundado de olor a pasado, historia y cuentos de hadas. Bajamos al pueblo en carro moto, están por todos lados. La parte antigua es encantadora, llena de rincones y tiendas con productos básicamente turísticos. La oferta gastronómica es bastante limitada y muy sobrepasada por la marea de turistas. No espere una experiencia inolvidable en este sentido. Antes de irse puede visitar el Palacio Nacional de Sintra que está en el centro.
Castillo de los Moros
Si tiene más tiempo para dedicarle a Sintra, le recomiendo leer la fantástica guía en http://www.sintra-portugal.com/es-sintra-portugal-guia.html llena de datos prácticos para sacar el máximo provecho al tiempo.

Cuesta dejar esta zona, llena de nostalgia y de un ritmo pausado que quienes vivimos en grandes ciudades tanto valoramos. Con la ventaja de estar a pocos kilómetros de Lisboa, los pueblos costeros son una tremenda e imperdible sorpresa. Mi sensación al terminar estos días fue de total descanso y relajo.

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viernes, 13 de abril de 2018

La vida como siempre la soñaste: Manly (Sydney)

  
¿Como es su vida soñada? La mía es a la orilla del mar, en una ciudad chica en donde la gente se conozca, sea amable y no le importe mucho el "que dirán". Un lugar en donde la moda no importe, se haga mucha vida al aire libre, se pueda estar cerca de la naturaleza, se facilite el deporte y la vida en comunidad. Donde se respete al resto, donde no exista prepotencia ni se oigan bocinas. Un lugar en donde no se vea la policía porque no es necesaria. Tiene que tener buen clima, el encanto de las 4 estaciones pero sin temperaturas extremas. Si a esto le pudiéramos agregar estar cerca de una gran urbe, con toda su vida cultural y de entretenimiento para mi se transforma de inmediato en el paraíso. Así tal cual es Manly. Cuando uno se instala aquí y ve como funciona su sociedad, sus reglas y su cultura, dan ganas de no moverse nunca más. Hay muchas playas cerca de Sydney, nosotros elegimos esta por su ambiente más familiar y por el descanso garantizado que ofrece. 
Se llega a Manly en un ferry que sale cada media hora, muy puntual, desde Circular Quay (Sydney). Travesía entretenida pasando por muchas de las bahías cercanas a la ciudad que se aprecian maravillosamente de día. De noche el viaje es un verdadero espectáculo, todos los iconos de la ciudad iluminados mostrando una cara inolvidable. Se llega a la pequeña bahía de Manly que tiene dos playas muy poco concurridas ahí mismo, principalmente van quienes tienen botes o embarcaciones menores. El muelle es el epicentro de la vida en Manly a partir de la puesta de sol. Con muchos restaurantes y bares, la música inunda el lugar y se ve principalmente gente joven. Debo decir que en las más de dos semanas de viaje casi imposible ver familias de más de dos hijos. Hay esta zona mucho turista asiático y la mayoría de ellos tiene solo un hijo. Independiente de esto, todos los lugares están cómodamente pensados para ir con niños. En mi opinión, el mejor restaurant de Manly está aquí. El fabuloso Hugos (https://www.hugos.com.au/), un lugar sencillo pero sofisticado, muy bien atendido y con comida de primera. Si va a ir un fin de semana debe reservar porque se repleta de turistas y locales. Al lado está el recomendable The Bavarian (www.thebavarian.com.au), un bar con un amplio y típico menú Alemán y cervezas de 1 litro, tal y como se toman en Munich. Si va sin niños o solo por un trago, en el muelle encontrará el ruidoso y entretenido Papi Chulo y el Bar del Manly Warf Hotel. Ambos arden de gente en las tardes, música fuerte, conversaciones animadas, entretenimiento seguro.
El muelle se conecta con la playa por un amplio paseo peatonal llamado El Corso. De una longitud de 3 cuadras este lugar tiene de todo, restaurantes, bares, muchas tiendas para veraneantes y también varios supermercados. Es muy entretenido pasear por aquí porque se puede apreciar la vida de Manly más allá del turismo. Ver como después de almuerzo se llena de estudiantes que van a pasar la tarde con amigos, o ejecutivos que pasean a la hora de almuerzo para cambiar de aire. Un relajo único. Para comer en esta zona les recomiendo Chica Bonita (http://www.chicabonita.com.au/), un ínfimo y sencillo local de comida mexicana, preparada y atendida por australianos y muy bien lograda. Ambiente super informal, no se extrañe si hay gente sin zapatos. En Manly nadie se preocupa por cosas tan irrelevantes como los zapatos. Por donde camine se podrá empapar del espíritu australiano: NO WORRIES, nada es problema, el buen trato y las sonrisas abundan. Al llegar a la playa se llega al verdadero corazón de Manly. Aquí es donde está su esencia, en el agua, las olas y la arena. Es una playa ordenada, impecable y que tiene una extensión de un poco más de 1 kilómetro. Por supuesto que tiene baños, bebederos y muchos restaurantes para poder aprovechar de la costa durante todo el año.
No importa a que hora llegue a la playa, siempre habrá gente disfrutando de ella. Desde muy temprano en la mañana tanto bañistas como surfistas se instalan a disfrutar del día y sacar máximo provecho de él. Por su costanera siempre verá gente haciendo deporte, bicicleta, caminata o trote. Impresiona la cantidad de gente que lo practica. Recuerde que esto es Australia por lo tanto se camina como se maneja, por la izquierda. Manly es también un paraíso para los surfistas pero en un ambiente más bajo perfil que el de Bondi, bastante más familiar y más sencillo. A pesar de esto, el año pasado se hizo aquí el mundial de surf ya que su emplazamientos y olas son perfectos. Como la mayoría de las playas de la zona de Sydney, Manly tiene una costanera con parque que permite que no solo los deportistas de las olas aprovechen el espacio. Una mezcla del jet lag y de un sol que sale antes de las 6 am lo tienen a uno disfrutando de la playa antes de las 10 de la mañana, algo impensado en Chile. Agua tibia, olas suaves y casi sin corriente hacen de la playa el lugar perfecto para todas las edades.
Los fines de semana el lugar se transforma en un epicentro de actividades, ferias, exposiciones y mercados, imposible aburrirse. Hay una buena oferta de productos artesanales autóctonos australianos y también algo de ropa para los más traperos.
La gracia de Manly está en que ofrece una vida relajada, en donde a nadie la importa ni la ropa que te pones, ni si eres un campeón o un amateur del surf. La gente convive en gran armonía. A pesar de ser un pueblo chico, está fácilmente conectado a la ciudad y al resto de los pueblos cercanos con el super eficiente sistema de transporte publico de Sidney. No solo los ferris que van a Circular Quay, también hay algunos que van al zoológico de Taroonga y a Watsons Bay entre otros. Súmenle a eso el sistema de micros que con su eficiente interconexión lo lleva a cualquier parte dentro del radio urbano. Recuerden tener su tarjeta Opal.




Un panorama imperdible de Manly es recorrer caminando la Cabbage Tree Bay Eco-Sculpture Walk. Un sendero peatonal que en algo más de 500 metros lo lleva desde la playa de Manly hasta la Playa Shelly, una pequeña playa protegida del viento (la única en todo el radio de Sydney que mira al Oeste) y de las olas. Ofrece una vista única de Manly ademas de ser un paraíso para quienes disfrutan del snorkeling y del nado. Hay tanta gente que hace la ruta nadando en medio del mar que incluso hay un grupo llamado "The Bold and Beautiful Swim Squad" (http://www.boldandbeautifulmanly.com.au/) que se reúne todas las mañanas del año a las 7 am a nadar ida y vuelta hacia Shelly Beach. Es un espectáculo verlos. En el camino a Shelly hay varios lugares en donde se puede meter a las rocas y bañarse o hacer snorkeling. Es un área particularmente atractiva para esto ya que toda la zona es reserva marina. Se ve mucha gente cuya rutina parece ser dejar la ropa en una roca y tirarse al agua a disfrutar de las maravillas de la naturaleza. A una profundidad muy baja se pueden ver cientos de especies, incluso tiburones, razón por la cual optamos por caminar en vez de nadar hasta Shelly Beach. En el camino hay también una pequeña piscina pensada especialmente para niños.
A toda esta maravilla súmele que toda la ruta esta decorada con esculturas inspiradas en el mar. Son pequeñas obras que adornan el camino sin gran pretensión, de manera discreta y preciosa. Me imagino que muchos ni las ven, pero a mi me pareció una linda manera de combinar arte y naturaleza. Por supuesto que en el camino también encontrará baños y camarines limpios y cómodos, esto es Australia. También hay varios restaurantes tipo café, algo caros y con menú un poco pretensiosos, sin embargo, siempre llenos. Se puede pasar el día disfrutando de Shelly y sus aguas apacibles, aprovechando quizás las parrillas eléctricas que hay para que use quien las necesite, o la zona de picnic que está siempre repleta de gente que tiene como premisa disfrutar de cada día como si fuera el último.

Si lo suyo es el trecking, detrás de Shelly hay un parque nacional que tiene varios senderos con espectaculares vistas a ambas bahias de Manly. Quizás no para hacerlo en pleno verano por el calor pero si en media temporada.

En resumen, si va a Sydney este es un muy buen lugar para alojarse, playa en la mañana y ciudad en la tarde, descanso asegurado en un ambiente de relajo maravilloso. No se sorprenda si se queda pegado en las vitrinas de las corredoras de propiedades buscando una casa para vivir aqui.



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lunes, 17 de julio de 2017

Miami. Mucho mas que mar y mall

Matheson Hammock Park

Miami es por lejos el destino preferido de los Chilenos.  Las razones son obvias, buenas playas, un clima increíble, se habla mucho español y las mejores compras.  Me siento afortunada teniendo un hermana que vive ahí hace muchos años porque gracias a ella he podido conocer un Miami mas allá de todos esos atributos y aquí les contaré algunos de ellos.

Nikki Beach
Partamos por la playa.  Les confieso que lo mío no es la chimullina. Ver mares de gente es algo a lo que le arranco siempre en todas partes. Por eso no voy a la playa de South Beach, que si bien puede ser entretenida por el espectáculo, me resulta agobiante por la cantidad de gente. Lo mío es la tranquilidad y la comodidad.  Mi playa preferida es Nikki Beach, en la punta sur de Miami Beach. Tiene varias ventajas, la primera, es la tranquilidad, hay gente pero lo suficiente para estar cómodo y no sentirse solo. Tienen en arriendo tumbonas y quitasoles a un precio alto pero no les digo la comodidad de tener una tumbona que además incluye ricas toallas de hotel, un lujo.
Hay servicio de restaurant a la playa. Cervezas heladas y una práctica carta para que coman grandes y chicos.  Se puede usar el baño del restaurant, lo que resulta muy cómodo, especialmente cuando uno viaja con niños.
Smith y Wollensky South Point Park
Caminado unos pocos metros está el South Point Park.  Si bien es un parque chico es muy lindo y tiene una preciosa vista a Fisher Island, un lugar casi secreto para los turistas y que aloja a algunos famosos como Luis Miguel.  Por ahí también pasan los cruceros cuando van saliendo del puerto, es bien entretenido verlos.  Si lo suyo no es comer en plato plástico con los pies en la arena le recomiendo ir a probar el menú de almuerzo (solo hasta las 3pm) en el Smith & Wollensky. Este clásico steakhouse tiene una ubicación privilegiada en el parque. Recalco lo del menú de almuerzo porque el de comidas es tan caro que quita el apetito.  Todo esto se puede recorrer en bicicleta que las arriendan en el parque. Incluso, si está tan entusiasmado con ver South Beach, puede hacerlo en bicicleta. Estacionamiento fácil en Nikki Beach Club, en la calle con parquímetros o en lotes de estacionamiento en donde se paga tarifa fija.

Key Biscayne
Otra alternativa de playa, aunque a mi hermana no le gusta, es la playa del faro de Key Biscayne. La gracia que tiene es que es tranquila y por lo menos en mi experiencia tiene menos algas que la de Miami Beach.  Se puede almorzar en el Lighthouse Cafe que tiene comida "rápida", ideal para niños.  La entrada a Key Biscayne es bien impresionante por sus altos puentes y vistas panorámicas a la ciudad por lo que el camino también es un paseo entretenido.  Si tiene ánimo, puede pasar a ver el Seaquarium, aunque le anticipo que esta muy de capa caída, a los niños les sigue fascinando.
Wynwood Walls
Respecto de paseos hay varios que están de moda últimamente. El principal, Wynwood walls.  Este barrio que hace alrededor de una década se empezó a transformar en asentamiento de galerías de arte, tiendas de decoración y talleres de artistas pasaba muy desapercibido para los turistas. Con el fin de darle mas visibilidad el 2009 se empezó a transformar esta área, originalmente dedicadas a bodegas, como espacio para que artistas grafiteros hicieran su trabajo.  El resultado es impresionante.  Muchos metros cuadrados repletos de preciosos grafitis, tiendas, galerías, restaurantes y más.  Venir a Miami y no pasar por Wynwood es desaprovechar el tiempo. www.thewynwoodwalls.com
Perez Art Museum
Ya que estamos en onda arte, si no ha visitado el Perez Art Museum simplemente no se lo puede perder.  Las razones son muchas, partiendo por su impresionante edificio. Emplazado en la base de la McArthur Causeway (que va a Miami Beach), el edificio destaca desde lejos por sus formas. Diseñado por los ganadores del Pritzker, Herzog & Meuron, el edificio es una oda al arte, la naturaleza, el urbanismo y la arquitectura.  Su emplazamiento es perfecto y recorrer sus alrededores ya es un paseo que vale la pena hacer.  Respecto de su colección, tiene una fija de arte moderno y constantemente están mostrando arte vanguardista de manera rotativa. No se pierda el café, ideal para almorzar después de la playa y antes de recorrer la muestra.
Camino a Key West
Entendiendo que en Miami cuesta encontrar tiempo para museos termino con un clásico al que yo nunca he ido aunque he visitado por fuera.  El Museo de Vizcaya.  Ubicado en lo que fue el Miami glorioso y elegante a principios del siglo XX.  Hoy concentra una muestra de arte enorme y muy variada además de mostrar en detalle la buena vida de aquellos años. 
En cuanto a paseos les cuento que hay mucho que hacer en Miami fuera de los malls. Recorrer por la costa hacia el norte es muy entretenido. Mención especial merece Boca Ratón y West Palm Beach, refugio de millonarios y estilosos de todas partes del mundo.  
Morada Bay Beach Cafe
Si el recorrido lo hace por la orilla del mar puede demorarse fácil 3 horas. Si va por la 95 es bien rápido. Hacia el sur el panorama tiene otra onda, menos elegante pero mucho mas entretenido.  Si tiene una o dos noches no deje de invertirlas en Key West. No solo por su camino precioso sino porque es un lugar único en donde la diversidad toma una forma real y divertida. Aquí nadie mira a nadie con cara rara.  Imperdible a la hora de la puesta de sol el paseo por el muelle y sus múltiples y variados "espectáculos" callejeros.  A la vuelta no puede dejar de parar a comer en el Morada Bay Beach Cafe de Isla Morada, ojalá a la hora de la puesta de sol.  Es un lugar increíble, en donde se come a la orilla del mar con los pies en la arena. De película.

Matheson Hammock Park
Otro paseo poco conocido para turistas y muy bonito es visitar el parque Matheson Hammock. Bajando por la preciosa "Old Cutler Road" pareciera que uno va retrocediendo en el tiempo en la medida que avanza.  El parque está bien indicado y hay que pagar entrada barata.  Los paisajes son preciosos y en general hay muy poca gente lo que permite disfrutar del paisaje en calma. Al final hay un restaurant pero también se puede hacer picnic e incluso pedir pizza.  El parque llega a la playa en donde se forma una laguna ideal para niños chicos. Fotos magníficas a la hora de la puesta de sol
Puede parecerle ñoño pero si va con niños un paseo a los Everglades es inolvidable.  Se tiene contacto directo con los lagartos después de un paseo en "air boat" que es una novedad.  

Se aprende sobre la flora y fauna de un lugar único. Además es fácil llegar (tomando la Tamiami derecho hasta los Evergaldes). Nosotros hemos hecho las dos veces el Safari Park sin ver mucho los otros, pero lo recomiendo. Es un panorama distinto y entretenido. A la vuelta queda de cajón un paseo por el precioso barrio de Coral Gables y su famoso Hotel Biltmore, impresionante lugar.  La guinda de la torta, terminar en el Mall Merrick Park.  De los pocos lugares donde está mi tienda preferida, Crate and Barrel. Un Mall elegante al aire libre y con ricos cafés y restaurantes.  
Por supuesto que habrá un segundo posteo con ricos lugares donde comer pero no puedo terminar este sin antes decirle que Miami desde el mar le da una perspectiva única.  Un paseo en yate, si bien es algo caro, vale la pena de probar.  Yo hice uno todo el día con mi familia con Happy Cruises (http://happycruisesmiami.com/) fue una experiencia increíble.  El Capitán Derek estuvo todo el día a disposición nuestra para hacer lo que quisiéramos. Tiene paseos cortos, medianos y largos y la mejor voluntad y flexibilidad para acomodarse a lo que uno quiera. 
Happy Cruises


Hay mucho más para contar de Miami, Brickell, Downtown, North Beach, Lincoln Road etc. Difícil abarcarlo todo pero me comprometo a otro posteo con datos de restaurantes luego.

¡Cross check y reportar!