miércoles, 7 de junio de 2017

Ruta Romántica Parte 3...Rothenburg ob der Tauber


Rothenburg ob der Tauber y yo nos enamoramos a primera vista.  Créanme, no hay un pueblo más lindo en la ruta romántica.  Son alrededor de 40 minutos desde Wurzburg, aunque dependerá si toma la ruta romántica o la carretera. Recomiendo la primera que va bordeando un río con paisajes maravillosos.  Formalmente en la ruta hay 3 pueblos antes de Rothenburg que nosotros no vimos, nuevamente es cuestión de tiempo y de elecciones.

Los primeros intentos de formar un pueblo en la zona datan del año 970 pero recién en el siglo XIV se asienta aquí, en la parte alta de un cerro, sobre un valle por donde corre el Río Tauber.

Vista al valle desde el Burggarten en Rothenburg ob der Tauber
Las afueras del pueblo son como cualquier otro, con tiendas grandes y bastante movimiento pero cruzando el muro es otra cosa.  Pareciera que al atravesar ese arco de piedra uno retrocede 600 años automáticamente.  Rothenburg es de los pocos que quedan 100% amurallados. Ojo que entrar en auto tiene sus limitaciones, las cuales nosotros pudimos obviar ya que nos alojábamos en un hotel dentro del pueblo. No puedo no detenerme en este punto, tengo que reconocer que nos dimos hartas vueltas con la elección del hotel y no pudimos estar más acertados.  Aquí no se ven cadenas de lujo ni hoteles internaciones.  Todo es local lo que lo hace mucho mas atractivo.

Hotel Herrnscholösschen
Nos alojamos en el Hotel Herrnschlösschen, una maravilla. Desde que llegamos todo fue perfecto. Nos recibieron con mucha calidez, ofreciéndonos consejos para aprovechar al máximo el tiempo y acompañados de una copa de champaña en el jardín. Nos dieron una pieza de cuento, todo preciosamente puesto y con baño recientemente remodelado.   El desayuno, que está incluido, lo sirven en el jardín trasero.  La misma niña encantadora que nos hizo el check in nos ofreció el desayuno (a lo circo pobre) preciosamente presentado. La ubicación del hotel no puede ser mejor.  A una cuadra de la plaza central donde está la municipalidad y a un par de cuadras del Burggarten.  Este precioso jardín se ubica en donde alguna vez hubo un castillo y es el lugar perfecto para ver el atardecer con la ciudad amurallada en la espalda y el fantástico valle de Tauber en frente.  Hay muchos bancos para instalarse a disfrutar del escenario.  

Muralla de Rotenburg
La muralla que rodea el pueblo tiene una longitud de 5km, perfectamente caminable.  Para que les digo las vistas que ofrece tanto hacia el valle como hacia la ciudad.  Sus torres de vigilancia se encuentran intactas y a la mayoría se puede subir.  También se puede recorrer el muro parcialmente e ir metiéndose entremedio de las calles de este pueblo que aunque es bien chico, tiene muchos atractivos.  Imposible no nombrar las iglesias, que son impresionantes en Alemania especialmente por la sencillez de sus naves y lo ostentoso de los altares.

Guia del Tour Nocturno en Rothenburg
El otro atractivo son las tiendas, en su mayoría con productos navideños ya que este pueblo tiene unos de los mercados navideños más importantes de Alemania.  Por supuesto que hay tiendas con souvenirs y también con productos locales.  En las tardes, creo que a las 8pm hay un guía que ofrece tours nocturnos por la ciudad, un personaje este hombre.

Comer fue para mi más difícil, la oferta no es muy amplia y el menú muy local.  Embutidos, cerdo y mucha cerveza es lo que más se ve.  Confieso que nunca vi a mi marido comer tan contento. ¡Ah! que no se me olvide, en Alemania la  propina no es algo usual, en muchos lugares no se usa o es muy baja. 

Para la mañana siguiente, antes de partir, dejamos el último must de Rothenburg, subir a la torre de la alcaldía que está en pleno Marktplatz (Plaza del Mercado).  Subir es una hazaña, no solo porque son varios pisos sin ascensor sino porque en algunas partes es tan estrecho que uno a penas pasa.  Al llegar arriba el vértigo es feroz pero por la vista vale la pena.  Les anticipo que la torre se bambolea y uno que tiene cultura sísmica solo piensa por donde arrancar.  
Más información sobre Rothenburg en: https://tourismus.rothenburg.de/index.php?id=816

Al dejar Rothenburg, el hotel nos trajo el auto (que no puede quedarse dentro del pueblo) con botellas de agua helada y mapas para el camino.  Nunca me trataron con tanta delicadeza.  Salimos alrededor del medio día en dirección a Dinkelsbül, otro pueblo amurallado pero de  un tercio del tamaño del anterior.  

Dinkelsbül

Al llegar inmediatamente destacan las torres de su muro. Son varias y con estilos bien diferentes, hay que verlas todas, se puede hacer en poco tiempo.  Después de caminar por sus calles y recorrer parte de su muro, subimos a la torre de la Iglesia de Sankt Georg. Un par de euros y mucha energía se necesitan para subir los alrededor de 300 peldaños que lo llevan a la parte alta de la torre. Les aviso que las piernas quedan tiritando un buen rato.  A la vuelta recorrer la nave es una buena alternativa, no solo para ver su precioso altar sino para tomar algo de aire fresco en verano.  Los alemanes ocupan muy poco (o casi nada) el aire acondicionado, totalmente opuesto a los americanos que lo ponen hasta en las plazas. 



Nordlingen altstadt
Después de almorzar partimos hacia nuestro siguiente destino: Nordlingen. Media hora separa ambos pueblos. Al llegar allá nuevamente nos recibe un muro intacto.  Un pueblo de tamaño mas grande y con una perfecta forma circular en donde se agradece un poco más de brisa. Tengo que decir que no esperaba 34 grados en agosto. Otra iglesia preciosa con el nombre de St. George y sus 300 peldaños dejaron mis pies al borde de la huelga.  

Nordlingen

No le cuenten a nadie pero entre nosotros, aquí se hizo necesario un helado para recobrar energía y lograr ver algo de la muralla.  El lugar es precioso pero a esta altura de la tarde el cansancio arrecia y las fuerzas flaquean.


Al salir del precioso y desarrollado Nordlingen nos fuimos directo a Augusburg, una ciudad universitaria en la mitad de la ruta romántica.  Elegimos pasar la noche aquí porque tiene un hotel impresionante que era justo lo que mi agotado cuerpo necesitaba.

Si bien comimos rico y nos impresionamos con lo joven de su población (mérito de la Universidad), solo la usamos como albergue para pasar la noche y recuperar energía para nuestro tercer día, del cual les contaré la próxima semana.

Aunque yo llevaba todo bastante estudiado, recomiendo mucho usar el mapa en papel de la ruta. Se consigue en cualquier hotel y es realmente práctico. Para estudiar antes de partir recomiendo, además del sitio oficial de la Romantische Strasse este otro sitio que tiene información practica y ordenada de cada pueblo:  http://www.romanticroadgermany.com/  Aquí verán que hay algunos pueblos que yo no visité y que si disponen de más tiempo ustedes puedan estar interesados en conocer.

¡Cross Check y reportar!







4 comentarios:

  1. Una vez más gozando con tu blog. Viajo y viajo con ustedes desde mi computador y con la imaginación que vuela imaginando cada lugar. Ese hotel al que llegaron al principio, creo que es como de Hansel y Grettel. Gracias Sol, por estas oportunidades que nos das de conocer tan lindos lugares.

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    1. Gracias !Objetivo cumplido! Me encanta hacerlos viajar. Efectivamente el hotel era maravilloso y la gente q lo atendía de una calidez bastante poco germana. Mil besos para Uds x allá

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  2. Ay Sole ! Gocé recorriendo estos pueblitos , en verdad es para enamorarse ! Y eso de retroceder 600 años me trastorna ! Te felicito por la gran idea de compartir !

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