viernes, 12 de agosto de 2022

Salzburgo, siguiendo los pasos de Fräulein Maria

 


        Jardines Mirabell - Fortaleza al fondo.         
Quise conocer Salzburgo desde que tengo uso de razón. "La novicia rebelde" es mi película preferida de la vida y sus escenas que recorren la ciudad las he visto docenas de veces. Si bien todavía hay una buena cantidad de turistas que llegan aquí por ese mismo motivo, la verdad es que la mayoría lo hace porque Salzburgo es la ciudad natal de Mozart, uno de los compositores de música clásica más importantes de la historia. Más allá de los motivos que atraen a los visitantes, hay que decir que esta pequeña y encantadora ciudad a los pies de los Alpes es un destino precioso que ofrece historia, cultura, rica comida e inigualables paisajes. Con 140 mil habitantes, Salzburgo es la cuarta ciudad más grande de Austria y se encuentra muy cerca de la frontera con Alemania, a menos de 200 km de Munich, ciudad hermana con la que comparten un importante tráfico turístico y comercial. Salzburgo quiere decir "castillo de sal" y su origen se explica debido a que este producto era extraído y comercializado vastamente en las diversas zonas de esta región. Esta actividad comercial produjo un importante desarrollo económico a esta parte de Austria, trayendo gran prosperidad, especialmente durante el siglo VIII. La ciudad está dividida en dos por el rio Saltz, en el lado izquierdo se encuentra la ciudad antigua, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO y que data del siglo VII. En la orilla contraria está la ciudad nueva que data principalmente del siglo XIX y tiene también grandes atractivos. Todo se puede recorrer fácilmente en un par de días de harta caminata y/o preciosos paseos en bicicleta. El idioma oficial es el alemán pero todo el mundo habla también inglés. 

Fortaleza y ciudad antigua

En un año normal, la ciudad recibe más de 3 millones de turistas que inundan las atracciones, repletan sus restaurantes y arruinan las preciosas fotos que aquí se pueden lograr. Por suerte fuimos en plena pandemia, durante el verano europeo del 2021 y en un periodo de muy bajo nivel de contagios con lo que existían poquísimas o nulas restricciones y el turismo recién empezaba a reactivarse. Asi pudimos recorrer, disfrutar y fotografiar la ciudad con muy pocos turistas lo que es siempre un agrado.  El clima es grato aunque llueve todos los meses del año y los peaks se dan precisamente durante el verano. 

Partimos nuestra visita a la ciudad con un tour privado de 4 horas en bicicleta eléctrica que yo catalogaría de imperdible. Tuvimos la enorme suerte de que nuestro guía era chileno asi que nos hizo un paseo muy ajustado a lo que queríamos ver. Partimos por las afueras de la ciudad que son los lugares mas reconocibles de "La novicia rebelde" y ademas unos paisajes preciosos. Se ven muchas parcelas y parques, todo rodeado de los Alpes y con una ciclovía espectacular. 
No hay palabras para describir la emoción de visitar la casa de los Von Trapp (que en realidad son dos porque se usó una por delante y otra por detrás) y pasear en bici cantando las canciones que durante tantos años me han acompañado. Se me hizo chica la cara para meter tanta sonrisa, realmente fue cumplir un sueño. El tour continua por el centro antiguo de la ciudad en donde se recorren otras locaciones de la película y un montón de rincones preciosos. Ideal para hacerse una idea general de la ciudad justo antes de bajarse de las dos ruedas para ponerse a caminar y verlo todo en detalle.
La ciudad se encuentra dominada completamente por la fortaleza Hohensalzburg (https://www.salzburg-burgen.at/de/festung-hohensalzburg/) ubicada en el cerro del mismo nombre. Este castillo es el más grande de los totalmente conservados de Europa. Fue construido en 1077 aunque su aspecto actual data del 1500. Su objetivo era proteger la ciudad y claramente lo logró ya que Salzburgo nunca fue conquistado por tropas extranjeras. Se puede subir a pie o bien hacerlo en funicular. Vale la pena dedicarle una mañana no solo para recorrer las preciosas e impresionantes dependencias sino para aprovechar la perfecta vista que hay de toda la ciudad.
              Salon del palacio Mirabelle.                  
Incluso se pueden ir a conciertos de música clásica o elegantes comidas durante la noche en algunos de sus salones. Salzburgo está repleto de estos panoramas que lo trasladan a uno en el tiempo y en donde el escenario y la música son los grandes protagonistas. No se puede venir aquí y no asistir al menos a un concierto de Mozart. Nosotros elegimos un concierto en el Palacio Mirabell que era sin comida porque en mi experiencia las cosas que mezclan show y comida tienen al menos uno de los dos bastante regular. El concierto duró un par de horas con un trio de cuerdas y piano, pasando por algunas de las famosas obras del gran compositor local. El escenario fue uno de los impactantes salones del palacio en donde la capacidad total era de alrededor de 50 personas. Un concierto intimo y precioso. Construido en 1606 el Palacio alberga hoy las oficinas de la municipalidad y tiene en arriendo uno de los salones mas lindos y elegantes del mundo en donde habitualmente se celebran matrimonios. Es realmente sobrecogedor recorrer sus pasillos, escaleras y sorprenderse con su elegante interior.


                               Palacio Mirabelle                                              
El palacio se encuentra en la ciudad nueva y tiene acceso gratuito entre las 8am y las 6 de la tarde. Además de visitar el interior es igualmente interesante recorrer sus jardines, que fueron rediseñados en 1690. Su perfecto alineamiento con la fortaleza y la catedral de Salzburgo hace que las fotos panorámicas rodeadas de las más preciosas flores y enormes fuentes de agua resulten simplemente perfectas. Más que turistas aquí se ven muchos locales disfrutando del espacio abierto y el precioso entorno. Los jardines fueron escenario de la canción "Do, re, mi" de la Novicia rebelde lo que le da un encanto especial al lugar.  
La fortaleza al fondo vista desde los jardines del Palacio Mirabell

       Violin de la infancia de Mozart         
Sin duda una de las mayores atracciones de la ciudad es la casa de Mozart. Si bien el genio de la música clásica hizo gran parte de su carrera en Viena (epicentro de la música clásica), fue aquí donde nació en 1956 y vivió con su familia sus primeros años. La que fue su casa es hoy uno de los museos más visitados de toda Austria y está en el corazón de la ciudad antigua. Es un museo bastante pequeño pero completo. A mi me resultó particularmente interesante mirar sus partituras y notar como el trazo pareciera absolutamente espontáneo, como si las hubiera escrito de manera rápida y natural, sin mayor esfuerzo. Muy interesante también es ver el árbol genealógico de la familia Mozart y como a pesar de que fueron varios hermanos y él tuvo seis hijos, hoy no hay descendientes vivos de su familia directa. Mozart es parte fundamental de Salzburgo, su nombre se ve en decenas de lugares, restaurantes, hoteles, souvenirs, platos de comida y un sin fin de  emprendimientos que buscan impresionar a partir de la fama del talentoso músico. 
                                                                                                 
                    Gasthof Goldgasse.                             
El museo se encuentra en el número 9 de la famosísima "Getreidegasse" (calle del grano) que es el corazón histórico de Salzburgo. Es una calle que hay que recorrer de principio a fin. Aquí nació la ciudad con su comercio y sus habitantes. Recorrer sus portales poniendo ojo especialmente en las ventanas y los característicos letreros en fierro es un paseo en el tiempo. Hay varios pasajes peatonales que comunican con calles aledañas, el más famoso es Schatz-Haus. Si bien muchas marcas modernas han llegado a instalarse aquí, todavía se conservan mayoritariamente los negocios locales que venden alimentos típicos de la zona y que por supuesto es un deleite visitar. En este sector probamos un restaurante absolutamente delicioso. Se trata de Gasthof Goldgasse que está dentro de un pequeño hotel a pasos de todo. Cálidamente atendido por gente con mucho oficio, el restaurant tiene una atmósfera muy local y comida típica austriaca, que es bastante parecida a la alemana. La experiencia fue perfecta, la comida deliciosa y los precios razonables. Sin duda uno de esos lugares a los que volvería de inmediato.  

Residenzplatz

                                    Residenzbrunnen                                      
El dicho dice que todos los caminos llevan a Roma, en Salzburgo, todos los caminos llevan a la Residenzplatz, la plaza más importante de la ciudad y el corazón del Domquartier. Para construirla en el siglo XVI hubo que botar mas de 55 casas medievales para dejar este gran espacio abierto que resalta la arquitectura de los importantes edificios que la rodean. Impacta el estado de limpieza y pulcritud, a ratos uno se siente en un estudio de Hollywood. La plaza esta rodeada por varios museos, destacan La Residencia y el Monasterio Benedictino de San Pedro. Según sus gustos revisar los tipos de entradas combinadas a los edificios del Domquartier.

                                               Alter Market.                                      

En el centro de la plaza se encuentra la Residenzbrunnen, la fuente de agua más grande de Salzburgo. Con sus impresionantes y enormes caballos decoran de manera perfecta el escenario. Su estilo barroco data del siglo XVII y su construcción demoró 5 años. En una de las esquinas de la plaza se ubica el famoso Alter Market, un antigua plaza rodeada de preciosos edificios barrocos que aun conserva dos locales con cientos de años de historia: la farmacia y el café Tomaselli, conocido por ser el preferido de Mozart. Aquí puede probar la famosa torta Sacher, típica de Salzburgo, o disfrutar de una rica cerveza austriaca contemplando el ambiente del lugar. 

                                        Domplazt con la Catedral de fondo.                            
En la esquina opuesta se accede por un pequeño pasillo a la Domplatz, la plaza de la Catedral en donde podrá ver la columna de la Virgen María construida en 1771. Si se pone frente a ella alejado algunos metros podrá ver como está en perfecto alineamiento con el eje central de la catedral de tal manera que los Angeles de la fachada parecieran estar coronando a la Virgen. Al visitar la Catedral poner los ojos en el cielo fijándose especialmente en la cúpula y los frescos del Antiguo testamento. La entrada es gratuita y solo se paga para subir al observatorio. Aquí se pueden ver las 7 impresionantes campanas que al sonar retumban en toda la ciudad. 
Como nosotros fuimos en verano europeo, época peak de eventos, mayoritariamente musicales, toda esta zona se transforma en escenario de conciertos y shows, por eso habían graderías y carpas que dificultaron bastante las fotos. Por este motivo no comparto foto de la Kapitelschwemme, una de las plazas mas lindas de la ciudad y en donde se tienen impactantes vistas de la fortaleza. En esta plaza se hace el famoso mercado navideño y se ubica la Stiftsbackerei (http://www.stiftsbaeckerei.at/) una panadería que tiene más de 700 años de antigüedad y que es patrimonio cultural de Salzburgo. 

                              Frieddhof von St Peter.                          

Uno de mis lugares favoritos de la ciudad fue el Frieddhof von St Peter que es una iglesia y cementerio en honor a San Pedro. Ubicada a los pies del monte Monchsberg, no es muy fácil llegar pero vale demasiado la pena el esfuerzo que implica si o si perderse en el laberinto de calles de esta parte de la ciudad. El cementerio es uno de los más antiguos del mundo, data de la época romana y su lápida más antigua es de 1288. Dentro de las curiosidades del lugar están sus catacumbas de origen paleocristiano y el hecho de que una de las hermanas de Mozart está enterrada aquí. El toque más lindo del cementerio se lo dan las flores que lo decoran descaradamente quitándole todo lo lúgubre que podría tener un lugar como este. La iglesia es chiquitita pero muy linda, oscura e intima, un lugar que invita a la oración y sobretodo al agradecimiento porque estar aquí es algo que conmueve el alma. 

Afueras de Salzburgo con los Alpes de fondo

                 Fortaleza vista desde el monte Monschsberg.              
Como la ciudad está a los pies de los Alpes hay muchos pequeños cerros que la rodean y que son el lugar perfecto para observar la ciudad y sus alrededores, especialmente a la hora de la puesta de sol, un paseo romántico y precioso. El principal por supuesto que es el Hohensalzburg, donde se encuentra la fortaleza. Inmediatamente al lado y unido por un sendero se encuentra el Monschsberg. A ambos cerros se puede subir a pie por diferentes entradas de fácil acceso y grata caminata de unos 20 minutos. También se puede subir en funicular, hay uno para cada cerro. Estando arriba las vistas son simplemente sublimes, no solo se ve toda la ciudad en su parte nueva y antigua sino que además por la parte trasera se ve el valle rodeado de los alpes y se puede ver hasta las montañas que limitan con Alemania. Un panorama precioso, lleno de senderos, bancos para descansar, un kiosko para tomar o comer algo y varios observatorios para disfrutar la vista. Panorama redondo.
En el lado de la ciudad nueva está el Kapuzinerberg, un cerro coronado por un monasterio capuchino al que no pude llegar, la subida era bastante exigente y aunque yo no tengo limite para subir cerros y disfrutar de las vistas, no viajo sola. Me tuve que conformar con subir hasta una plazoleta con observatorio que hay a mitad de camino y que entrega unas vistas increíbles de media altura de la ciudad vieja y de la fortaleza. Los expertos dicen que desde la cumbre se toman las mejores fotos de la ciudad a la hora de la puesta de sol. Tendré que volver para confirmarlo.


                         Die Weisse                     

La ciudad nueva tiene varios atractivos además del palacio Mirabell. Es un barrio moderno que respeta la arquitectura típica de la ciudad, con bastante comercio, una renovada estación de trenes y muy buenos restaurantes. Especialmente entretenida es la Linzer Gasse, un paseo peatonal que empieza frente al puente Staatbruke y se va encaramando por la ciudad llena de tiendas de todo tipo. En este sector está uno de esos restaurantes que son una verdadera experiencia en el viaje: el "Die Weisse" (https://www.dieweisse.at/de/). No solo ofrece comida típica austriaca deliciosa con decoración autóctona y sencilla de pueblo alpino si no que además, su gran tesoro está en la cerveza. El Die Weisse elabora su propia cerveza y es absolutamente deliciosa. Probamos la versión lager y una especial que solo hacen el verano que es un muy refrescante y liviana, un verdadero manjar. El lugar es grande y con varios ambientes, algunos muy familiares y otros bastante juveniles. Tienen a la venta vasos y otros souvenirs que por supuesto compré para recordar este momento glorioso. 

Rio Salz

Como en toda ciudad con un rio como protagonista, siempre es buena idea recorrer sus puentes y conocer algo de su historia. En Salzburgo no se encuentran puentes enormes con gran infraestructura sino más bien 13 sencillos puentes que conectan la historia con la actualidad. Destacan el puente Makartsteg que se ha hecho tristemente famoso por los enamorados que lo llenaron de candados y el Mozartsteg que hasta 1921 cobraba peaje por su uso. La caseta de pago sigue existiendo y hoy es la cafetería mas pequeña de la ciudad. Por supuesto que hay un paseo en bote que recorre 8km a lo largo del rio y cuyo puerto de embarque se encuentra en el Makartsteg.  

                                 Palacio Hellbrunn                                            

                     Glorieta La novicia rebelde             
Salzburgo da para dos días completos bien aprovechados, hay harto que ver, conocer, probar y disfrutar. Si va más tiempo o es muy eficiente y madrugador incluya una visita al precioso castillo Hellbrunn a las afueras de la ciudad. Esta fue la residencia veraniega de los príncipes de Salzburgo y su construcción data de 1615. Se puede llegar en bicicleta en unos 15 minutos, o bien 10 minutos en taxi. Si el entusiasmo es grande puede llegar en una hora de caminata. Con más de 400 años de antigüedad el palacio encanta a sus visitantes por su impresionante arquitectura renacentista y fabulosos jardines con fuentes de agua estilo manieristas, únicos en el mundo. En los jardines se encuentra la  glorieta en donde el Capitan Von Trapp se le declara a fraulein María. Antiguamente se podía entrar y bailar sobre la banca como lo hizo Liesl con Rolf al son de "You are sixteen". Lamentablemente los turistas respetan poco y bastó con que una turista se cayera y pretendiera demandar a la ciudad para que se cerrara y ahora solo se puede ver por fuera. Muy cerca está el zoológico local, por si va con niños.





No se puede ir de Salzburgo sin recorrer la ribera del rio Salz de noche, la ciudad se duerme muy temprano y el suave caudal del rio refleja todas las luces que cuidan su sueño. La fortaleza domina todo el panorama con su grandiosidad e imponencia. Permítase disfrutarlo con calma, al ritmo de "Edelweiss", recordando los tiempos en donde la vida era más lenta y quizás más feliz. Este romántico cierre del día es la manera perfecta de terminar un viaje encantador a una ciudad preciosa, chiquitita y fácil que le ha aportado a la historia cosas tan importantes como Mozart y La novicia rebelde. Espero puedan respetar mi fanatismo al ponerlos al mismo nivel. 
 

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