viernes, 15 de junio de 2018

Paris, museo al aire libre


Paris, capital indiscutible del romance, los tranquilos cafés con sus minúsculas mesas en donde el tiempo se detiene y la conversación se alarga. Lugar de caminatas a paso tranquilo en que la historia salpica cada esquina y se hace imposible arrancar de ella. A diferencia de otras grandes ciudades como Nueva York, Londres o Barcelona, en Paris el ritmo es distinto, no existe el frenesí y la vida se vive en cámara lenta, disfrutando cada segundo. Sus 2000 años de historia se ven y se sienten en cada rincón, es un lugar al que hay que ir preparado porque Paris es un museo al aire libre. Mi primer consejo es que busque un hotel cerca del metro, ya que esta es una excelente herramienta para acortar distancias al momento de recorrer la ciudad.
Paris tiene 20 distritos numerados que se distribuyen en forma espiral. Como siempre antes de visitarla habrá que darle una buena mirada al mapa y privilegiar que se quiere conocer y que se dejará para una próxima visita. El centro de la ciudad (distritos del 1 al 9) son absolutamente imperdibles pero habrá otros lugares que visitar en zonas un poco más alejadas. No nos olvidemos que además del romance y la historia, el arte es protagonista en esta ciudad y por lo tanto hay que incorporarlo en la agenda también.
Paris está dividida en dos por el río Sena, su orilla derecha y su orilla izquierda. Esto sirve de referencia útil para ubicarse en una ciudad repleta de barrios, recodos y rincones. La ciudad nació como un pueblo pesquero, de ahí la importancia que tiene el rio en su desarrollo urbano. Un paseo totalmente imperdible es recorrerlo en bote, apreciando la mayoría de sus monumentos, la grandiosidad de la Torre Eiffel y sobretodo la belleza de sus innumerables puentes. Particularmente espectacular es este paseo a la hora de la puesta de sol. Los botes turísticos salen al lado del Puente del Alma y los tickets se compran ahí mismo.

Ile de la Cité - Pont Neuf
Me resulta inevitable siempre partir visitando la ciudad por el principio, la Ile de la Cité, lugar en donde se cree se fundó la ciudad con el nombre de Lutecia y que representa hoy el corazón de Paris.
Catedral de Notre Dame
Si bien la Isla tiene unas pocas cuadras de largo y ancho, hay muchas cosas que ver en ella. Probablemente la más destacada es la Catedral de Notre Dame, una de las catedrales góticas más importantes del mundo. Si bien su construcción terminó en 1245, a lo largo de los siglos ha tenido constantes restauraciones, lo que explica el impecable estado en que se encuentra. Testigo de importantes hechos históricos, como la coronación de Napoleón y la beatificación de Juana de Arco, la catedral es uno de los tantos iconos de la ciudad. Se puede visitar todos los días, no requiere entradas pero se debe pasar por un punto de seguridad. Hay visitas guiadas gratis en varios idiomas, puede revisar los horarios en http://www.notredamedeparis.fr/ . A un par de cuadras está la Conciergerie (http://www.paris-conciergerie.fr/en/), la cárcel revolucionaria en donde Maria Antonieta pasó sus ultimas horas antes de ser decapitada en la Plaza de la Concordia. Aquí escribió su famosa y desgarradora última carta a su cuñada para despedirse de sus hijos. Este lugar vale la pena si usted es amante de la historia y en especial de esos turbulentos años.
Saint Chapelle
En mi opinión, mucho más interesante e impactante es la Saint Chapelle. Una iglesia gótica escondida entre los edificios de la Corte Suprema francesa, a pocos metros de la Conciergerie . Fue construida con el fin de albergar dos reliquias de la pasión de Cristo: la corona de espinas y un pedazo de la cruz. Si bien ninguno de estos dos tesoros está actualmente en la iglesia, la belleza de los vitrales de la capilla superior y la simplicidad de la capilla inferior hacen de este lugar otra visita obligada. A pesar de la enorme cantidad de turistas de Paris, este lugar en general no tiene largas filas y los tickets los puede comprar por anticipado en http://www.sainte-chapelle.fr/en/. No puede irse de la isla sin recorrer el Pont Neuf (puente nuevo), que irónicamente es el puente más antiguo de los que actualmente cruzan el Sena, motivo por el cual fue declarado monumento histórico nacional. Por sus escaleras puede descender hasta el parque du Vert-Galant, una pequeña plaza en la punta de la isla que ofrece no solo un tranquilo momento de descanso, si no también, una vista inigualable al precioso puente de los artistas. Nuevamente un gran momento para asomarse por aquí es la puesta de sol, en donde es común ver grupos o parejas compartiendo una botella de vino a la orilla del rio. Postales únicas de Paris. Detrás de La Cité está la Ile Saint-Louis, ambas están comunicada con un pequeño puente homónimo. Mucho menos turística y mas pequeña, es uno de mis lugares preferidos en Paris. Con mucho comercio chico y de productos netamente franceses es un lugar para recorrer dejándose perder. No deje de probar los helados de la heladería Berthillon (http://www.berthillon.fr/nos-specialites-berthillon/) que si bien tiene varios locales en Paris, este es el primero y por lo tanto es el más famoso.
Puente de los Artistas
A esta misma altura en la ribera izquierda se encuentra el Quartier Latin, el barrio latino, que lleva este nombre desde la época medieval cuando los estudiantes de la zona se comunicaban en latín. Sus pequeñas e intrincadas callecitas están repletas de restaurantes y cafés. Su punto central es la enorme y preciosa fuente de San Miguel, en donde habitualmente se ven hordas de jóvenes compartiendo un momento de ocio. La gracia está en perderse hacia el boulevard Saint Germain y atravesarlo para conocer el barrio de la prestigiosa universidad de la Sorbonne. Si se levantó temprano puede alcanzar a visitar los cercanos jardines de Luxemburgo, otro oasis de la ciudad que alberga al Palacio de Luxemburgo, sede del senado Frances. Pasear de la mano por sus preciosos jardines es detener el tiempo para volver a lo esencial, un lujo que pocas grandes ciudades nos pueden dar. Terminar este barrio visitando el famoso cafe Les Deux Magots es la manera perfecta de abrochar un día redondo
Palacio de Luxemburgo - Parlamento Francés

Place du Vosges
En la ribera derecha se encuentra mi barrio preferido de Paris, Le Marais, el barrio judío de la ciudad. Elegante y bohemio a la vez. Entretenido y repleto de museos. Un lugar que con el paso de los años ha tomado un aire cosmopolita y algo comercial sin perder el encanto de ser un barrio, con vida de tal. Recórralo, disfrute de un café o almuerzo en esas ínfimas mesas en las que con suerte caben dos platos. Déjese empapar de la onda entretenida pero no bulliciosa del lugar. El corazón del barrio es la preciosa Place du Vosges, la plaza más antigua de Paris y que terminó de construirse en 1612. En el numero 6 de la plaza, se encuentra el departamento de Victor Hugo, el cual puede visitar de forma gratuita. Vale la pena volver de noche a comer a alguno de sus muchos restaurantes, es un barrio que en los últimos años ha adquirido buena reputación por sus excelentes alternativas para comer. La revista Timeout hizo hace un par de años un reportaje a los mejores restaurantes de la zona, reviselo y elija el que más le tinque: https://www.timeout.com/paris/en/restaurants-cafes/restaurants-in-the-marais-paris
Pompidou
A unas pocas cuadras encontrará mucho que ver. El magnifico Hotel de Ville, que desde el año 1357 alberga a la municipalidad de Paris. Su vista de día es algo impresionante, pero de noche gana el doble, no se pierda ninguna de las dos. A tan solo un par de cuadras esta el centro George Pompidou, un centro cultural de las artes que alberga entre otros una biblioteca, un museo de arte moderno y un centro de la música y la acústica. Su arquitectura sin igual lo hace un lugar muy atractivo para gente joven y amantes del arte y la arquitectura. Cuesta creer que a pocas cuadras están algunos iconos de la tradición milenaria parisina, como el Louvre, los jardines de las tullerías y el Palacio Royal que alberga al ministerio de la cultura. Todos lugares a los que hay que ir, teniendo en cuenta el uso del tiempo y los gustos personales. Trate de no perderse una visita a la Opera Garnier, el edificio es realmente una joya. Un paseo por esta zona no se puede hacer sin un rico crepe callejero, tenga en cuenta que la gracia de Paris es vivirla al ritmo de los parisinos, esto implica parar seguido por un café o una cerveza, acompañarlo de un rico baguette pero sobretodo tomarse la vida con calma. No tiene gracia andar corriendo de un lado para otro.
Louvre
Los jardines de las tullerías son de mis lugares preferidos en esta zona, no solo por sus múltiples áreas de descanso sino también por su oferta de comida al paso. Estos fueron los primeros jardines públicos de la ciudad y la gente los disfruta a toda hora. Es increíble ver como una ciudad bien pensada invierte en espacio de uso publico sin escatimar en costos.A pocos metros verá la Place Vendome y la Place de la Concorde, ambas con históricas columnas en su centro. La de la Place Vendome fue levantada por Napoleón para conmemorar la batalla de Austerlitz. En la Place de la Concorde, rodeada de magnificas esculturas históricas, hay un obelisco egipcio, de la época de Ramses II, que fue donado a Francia durante el siglo XIX. En este céntrico lugar se llevaron a cabo varias decapitaciones durante la revolución francesa, la de Luis XVI y Maria Antonieta entre muchos otros. 
Les Invalides
A partir de aqui aparece otro Paris, el de las grandes avenidas, enormes monumentos. Esta ciudad que envidiamos por su diseño urbano, su inversión en parques y en resaltar los lugares y edificios que son parte de la historia y por lo tanto de la memoria colectiva del pueblo.
Tumba de Napoleón
Cruzando el rio por el puente Alexander III, indiscutiblemente el más precioso de la ciudad, es casi imposible no impresionarse con la Avenue du Marechal Gallieni que atraviesa el la explanada de Les Invalides con el edificio del mismo nombre al fondo. Este impresionante complejo militar que alberga museos, iglesias, hospital y probablemente lo más importante e imperdible: la tumba de Napoleon. Cuenta la leyenda que él pidió que su tumba estuviera bajo el nivel de entrada para que todos tuvieran que agacharse a verlo, una especie de reverencia obligada. Vale mucho la pena recorrer el resto de las sepulturas que hay en el lugar y por supuesto la iglesia que es de una belleza sin igual. Desde aquí tomando en diagonal la Av. de la Motte Picquet llegará en pocas cuadras a la
Campos de Marte - Torre Eiffel
Escuela Militar que enfrente tiene los famosos campos de marte y al fondo de estos, la joya de la corona: la inigualable Torre Eiffel, icono mundial de la ciudad y del país. Cuesta entender que algunos la encontraran aberrante cuando se levantó en 1889. Fue tal la controversia que causó que en más de una oportunidad se consideró derribarla, lo que hoy sería considerado un crimen brutal. Para mi es simplemente perfecta, desde su forma, su material, su ubicación sobre el Sena y sobretodo la magnifica vista que desde sus observatorios da de la ciudad. Las filas se han hecho más largas con los años, no solo por el aumento de turistas sino también por temas de seguridad. Yo confieso que en su observatorio más alto el vértigo me paralizo la primera vez, pero en los dos mas bajos, no se siente porque los espacios son amplios y las fotos magníficas. Se puede subir por ascensor y por escalera, esto último está en mi lista de pendientes. Lo más bonito de la torre es ver como se aparece desde innumerables partes, entremedio de las calles, los edificios, a distancia, la torre siempre sorprende. Uno no se aburre de fotografiarla, desde todos los ángulos. No se pierda visitarla de noche porque iluminada se ve simplemente espectacular. Por algo es el monumento mas visitado en el mundo con 7 millones de visitas al año.
Arco de Triunfo
Al otro lado de la torre y cruzando nuevamente el rio Sena se encuentra trocadero, un espacio público abierto con preciosas vistas a la Torre Eiffel. Aquí encontrará mucho movimiento de artistas callejeros y comerciantes que buscan alcanzar a las hordas de gente que circulan a toda hora por el sector. Varias calles llegan a esta área, si toma la av. Kleber podrá disfrutar de una preciosa caminata entre magníficos edificios del más puro estilo francés. La avenida desemboca en el segundo icono mas importante de la ciudad: el Arco de Triunfo. Este impresionante monumento a las victorias del ejercito francés fue mandado a construir por Napoleon en 1806 pero el no alcanzó a verlo terminado ya que las obras duraron 30 años. Ha sido testigo de innumerables hechos históricos, desde el paso de la caravana fúnebre de Napoleon hasta los desfiles con los que se celebró el fin de la primera y segunda guerra. No intente cruzar la calle, yo lo hice y casi morí en el intento. Hay pasos subterráneos para acceder al interior de la rotonda y subir al arco.
En nivel de la calle podrá ver la tumba al soldado desconocido y no deje de subir al observatorio que hay en la parte superior, no solo porque aprenderá mucho de la historia francesa sino porque la vista de la ciudad es maravillosa. Le advierto que no hay ascensores y que son 286 escalones para llegar a la azotea. Desde aquí, se ve la Defense, el barrio moderno de Paris, el cual vale la pena visitar solo si le sobra tiempo. Si bien queda algo apartado, tiene una estación de metro ahí mismo, por lo que visitarlo es fácil. Para el otro lado se encuentra los grandiosos Campos Eliseos. Una avenida con mas de dos kilómetros de largo, rodeada de enormes arboles y cuyo nombre proviene de la mitología griega, haciendo referencia a un paraíso. Sin duda para algunos lo es, las tiendas más elegantes y famosas se encuentran en este barrio además de el Petit y Grand Palais, dos enormes y preciosos edificios que fueron levantados con motivo de la Exposición Mundial de 1900. Ambos albergan hoy importantes museos. Las calles adyacentes a los campos Eliseos no solo albergan las tiendas más elegantes de la ciudad sino también los mejores hoteles. A mi gusto el más lindo y elegante es el
Hotel Plaza Athenee
Plaza Athenee en la avenida Montaigne. Si usted es fanático, como yo, de la serie Sex and the City, sepa que en este lugar se filmaron importantes escenas de los últimos capítulos. Sus pasajeros son principalmente árabes que vienen a gastar sus petrodolares sin ningún pudor. Es al menos llamativo ver mujeres totalmente tapadas con sus burkas repletas de bolsas de Gucci, Chanel, Dior o tantas otras, todas con sus mercedes negros esperándolas en la puerta.
Basílica de Sacre Coeur
Ya dimos la vuelta a todo Paris pero no puedo terminar sin mencionar mi lugar preferido en esta inigualable ciudad. Se trata del Sacre Coeur. En una ciudad casi carente de contrastes en donde todo se mueve en sincronía y cada rincón es parte perfecta del puzzle, se agradece algo que salga un poco de la norma. Sacre Coeur está situado en Montmartre, el único cerro que tiene Paris, por lo tanto el punto más alto de la ciudad. El barrio no solo alberga a la preciosa basílica del Sacre Coeur (Sagrado Corazón) sino que también es el epicentro del barrio bohemio y artístico de la ciudad. Ideal es ir temprano el sábado. Partir visitando la basílica y subir a su cúpula para disfrutar de una vista única y completa de la ciudad. Después recorra con calma el barrio, disfrutando de las ferias al aire libre, de los artistas y de los pequeños y deliciosos restaurantes franceses que aquí hay por montones.
Montmartre
El corazón del lugar está en la histórica Place du Tertre, en donde decenas de artistas exponen sus obras. Un hervidero de turistas y amantes del arte que le dan un encanto enorme al lugar. Hacia fines del siglo XIX fue en estas calles en donde las principales manifestaciones artísticas de la Belle Epoque se llevaron a cabo. En esos años vivieron aquí Picasso, Renoir, Toulouse-Lautrec, Modigliani entre muchos otros artistas de gran renombre. Años dorados en donde Paris fue el centro del mundo, especialmente del mundo artístico cultural. Muy interesante es visitar los famosos cabaret del boulevard de Clichy.

Catacumbas
Si tiene tiempo hay un paseo que yo hice la ultima vez que fui y disfrute mucho. Se trata de visitar las catacumbas (http://www.catacombes.paris.fr/en/homepage-catacombs-official-website). Un cementerio subterráneo construido en el siglo XVIII en forma de una intrincada red de túneles. En la actualidad conserva más de 6 millones de esqueletos humanos, convirtiéndose en el mayor osario de Europa. Le recomiendo comprar los tickets sin fila en la página oficial porque se puede perder un buen par de horas en ella. Es un paseo distinto, bastante freak y que impresiona mucho, especialmente si se hace con niños. No se sale por el mismo lugar por donde se entra pero hay un metro muy cerca de la salida. Si usted es claustrofóbico, no le recomiendo ir, se baja por una angosta escalera varios pisos y a rato los túneles son bastante estrechos. Una vez dentro, no se puede devolver, esto implica una caminata de alrededor de 2km bajo tierra hasta la salida.
Respecto del metro, puede comprar pases diarios o bien un set de tickets (l0) para ir usando cada vez que suba. Se camina mucho en la ciudad pero muchas veces para evitar exceso de cansancio, tomar el metro es la mejor solución. Si es mal caminante, compre los pases diarios, si es bueno en esto, compre el set de tickets. Las maquinas aceptan tarjeta de crédito y monedas. Tenga en cuenta que en las estaciones las puertas no se abren de manera automática sino que usted debe apretar un botón para accionarlas.
Siempre es buen momento para visitar Paris, pero tenga en cuenta que las medias temporadas son mejores por el clima que es muy frío en invierno. Evite ir en agosto que el mes en donde una buena parte del comercio cierra por vacaciones. Vaya sin miedo, los franceses son mucho más amables de lo que su fama dice y es un mito que no hablan ingles. La mayoría maneja varios idiomas.
He dejado los museos afuera porque es muy difícil resumir Paris en un posteo. Los museos merecen tiempo y por eso haré un especial de ellos en el siguiente posteo.

¡Cross check y reportar!


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